Algunos vecinos de La Garrovilla, en Badajoz, ya han tenido que pagar de su bolsillo las medicinas. Otros han tenido que desplazarse a Mirandilla o Trujillanos. Y como ocurre en el caso de Antonia Pacheco, soportar desde hace tiempo las molestias provocadas por aquellos que "desde las cinco de la mañana hacen cola en los aledaños del consultorio médico para pedir cita". Todo ello, motivado por la falta de médicos de su pueblo.

De manera que, como Antonia, alrededor de unas setenta personas más, unieron ayer sus fuerzas en una protesta que ya verá sus resultados.

Y es que la escasez de médicos ha movilizado a los residentes de esta localidad de 2.500 habitantes, en la que "solamente hay dos médicos cuando la solución sería tener tres en La Garrovilla", apunta Adela Melchor, que además afirma no entender "por qué a los pacientes con tratamientos crónicos no se les proporcionan las recetas para dos o tres meses y así se olvidan de venir al médico en ese tiempo".

Hay también quien, como es el caso de María José Crespo, ve incluso perjudicada su vida profesional, pues no ha podido presentar aún, "por esta problemática", el parte de baja de una operación de apendicitis que le practicaron hace 15 días. "Y lo peor es que en pocos días cierran nómina en mi trabajo y tengo que tener el parte de baja" explica preocupada.