Ya tienen la solución al malestar generado por la retirada de dos crucifijos en el colegio Ortega y Gasset. Más de 200 padres de alumnos del centro de Almendralejo decidieron ayer "por unanimidad" reclamar primero vía administrativa que vuelvan los símbolos religiosos a las clases y concentrarse para recabar el máximo apoyo posible en defensa de sus creencias.

La primera acción que llevarán a cabo será remitir un escrito al consejo escolar del colegio para que se pronuncie al respecto, y "según su decisión, ya veremos si adoptamos medidas legales porque nos encontramos ante un vacío legal importante, solo amparado por la Constitución Española, que dice también que los poderes públicos tendrán en cuenta el sentimiento religioso mayoritario de la población", explica Francisco Lamoneda, padre de alumno y abogado de Almendralejo, nombrado ayer portavoz. "La Junta ha tomado la decisión porque no la tomó el consejo escolar, pero no ha sido beligerante", señala. Además, "el TSJEx no ha dictado ninguna sentencia".

Asimismo, los padres también fijaron ayer el próximo viernes, día 19, como fecha de la primera concentración que llevarán a cabo frente a la Iglesia de la Purificación --en la plaza de España-- para exigir la continuidad de los símbolos religiosos en el centro escolar. Será a las ocho de la tarde y esperan movilizar a los progenitores de otros colegios de la ciudad contrarios a la decisión de la Consejería de Educación tras la demanda de Francisco Losada y Ana Lago --los padres de dos alumnos del centro que pidieron la retirada de crucifijos ante el TSJEx--, así como de otras comunidades educativas de la región y colectivos procatólicos.

Según el portavoz, "sorprendido" ante la afluencia de padres y su "unidad" en la reunión convocada ayer por la Ampa del Ortega y Gasset, defienden la continuidad de los símbolos en el colegio "por su significado cultural y tradicional español, no desde un punto de vista religioso ni político", confiesa. "Si se renuncia a la cruz, porque atenta a la libertad religiosa también habría que destruir catedrales, museos, literatura, arte,...". Por último, Lamoneda quiere dejar claro que respetan a Losada y Lago, pero asegura que "el 99% de los padres no están de acuerdo con ellos". "El también debería respetar la voluntad de la mayoría". Con todo, señala que no buscan confrontaciones; "el de la Cruz nos enseñó que hay que solucionar esto amistosamente".

Y mientras los padres ayer decidían qué hacer, por la mañana algunos alumnos llevaron hasta el colegio carteles y dibujos de cruces para manifestar su rechazo a la orden de Educación. Madres y algún alumno portaron al cuello medallas y crucifijos --otro estudiante incluso llevaba una cruz de metal en la mano--, aunque fueron una minoría.