En Extremadura había cerca de 2.590 inmigrantes sin regularizar el 1 de enero del 2002. Así lo recoge un estudio del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre el último padrón disponible publicado ayer. El informe destaca también que en la región extremeña había 15.125 inmigrantes empadronados, lo que supone un 1,41% del total de la población en la comunidad autónoma.

Si se tiene en cuenta la cifra de empadronados y la de los inmigrantes regularizados, 12.535, se obtiene el número aproximado de inmigrantes sin papeles , 2.590.

Asimismo, el Ministerio del Interior cifra en 5.379 los inmigrantes que tenían permiso de residencia en vigor el 31 de diciembre del año pasado en la provincia de Badajoz, y 8.360 en la provincia cacereña. Lo que significa que en el 2002 se regularizaron en la comunidad extremeña 1.204 inmigrantes más.

DOS POSTURAS

Por su parte, la asociación pacense Todos iguales, todos legales considera la cifra de 2.590 sin papeles , "bastante fiable si se tiene en cuenta que para estar empadronado no es necesario disponer del permiso de residencia, por lo que la mayoría de inmigrantes se empadrona para recibir la asistencia sanitaria y para, si no cumplen los requisitos legales, poder regularizarse pasado los 3 años obligatorios de empadronamiento".

Sin embargo, fuentes de la Delegación del Gobierno manifestaron que es una cifra "algo grande" y que "no es muy fiable, porque muchos inmigrantes se empadronan en diferentes municipios con lo que el número de empadronados puede que no se corresponda con la realidad. Además, no todos los extranjeros lo hacen, porque no es obligatorio para el permiso de residencia".

Otro de los aspectos en los que tampoco están de acuerdo es en la Ley de Extranjería. Por un lado, la coordinadora y abogada de la asociación, Silvia Moyano, señala que es "contradictorio el hecho de que para que te den los papeles tengas que estar 3 años empadronado si no tienes los requisitos legales, como estar casado o ser hijo de un español".

Por el contrario, para fuentes de la Delegación del Gobierno se produce "una mala lectura de la ley". Según esta institución, el Gobierno da la "oportunidad" al extranjero de regularizarse una vez cumplido ese tiempo.

El empleo es otro de los temas conflictivos. Según Moyano, "hay trabajo para todos, la inmigración y el trabajo son derechos humanos".

Sin embargo, fuentes de la Delegación del Gobierno señalaron que "es muy bonita la utopía pero que en la práctica es imposible dar empleo a todos".