TLta compleja gestión del bipartito, como la noche a Dinio, nos confunde. Ocurre ahora con la Renta Básica (derecho de toda persona a recibir desde que nace una renta que cubra sus necesidades básicas), esa entelequia altermundista que no ha convencido ni a los frikis bolivarianos. ¿Podemos creer que a un gobierno de derechas, por cautivo que esté del soviet, le pasa por la cabeza semejante oximorón, antitético de la meritocracia que pregona? Yo tampoco lo creo, y además no cuadra: 400 aún sin pagas extras no suman 13, sino 6.000 millones.

Seamos serios: es el Salario Social o Renta Mínima de Inserción que llegó a España en la otra crisis, con la Propuesta Sindical Prioritaria (1989), y ha pervivido con nombres diversos en todas las comunidades. De hecho no veo grandes diferencias con las ayudas de emergencia social creadas por Ibarra en 1999, y con la que por cierto Monago tardó en ponerse al día. Es un instrumento menos vistoso que los de otras regiones, porque aquí se complementa con el subsidio agrario, esa versión rural y low cost (Rajoy, imitando a ZP, ha reducido las peonadas).

Bienvenida pues toda medida que mejore la situación de quienes están llevando la peor parte de la crisis. ¡Hosanna! Pero no nos mareen: ni quienes venden gato por liebre, ni quienes parecen no conocer, ni saber defender, lo que en su día gestionaron.