La huelga de tres días convocada esta semana en toda España por el Sindicato Independiente de Oficiales y Auxiliares de Registros de la Propiedad y Mercantiles (Sioya) y CSI-CSIF ha colapsado buena parte del sistema en Extremadura, puesto que hasta trece de las treinta oficinas extremeñas --alguna tan importante como la de Cáceres-- han secundado el paro.

Durante los pasados días 2, 3 y 4 los paros fueron seguidos por más del 30% de los 200 trabajadores que los registros de la propiedad y mercantiles tienen en la región. Sin embargo, en la práctica esto ha supuesto la paralización de las oficinas del registro número 2 de Cáceres y de las oficinas de Coria, Fuente de Cantos, Hervás, Hoyos, Jarandilla, Jerez de los Caballeros, Llerena, Logrosán, Montánchez, Navalmoral de la Mata, Olivenza y Valencia de Alcántara, según ha informado el propio Sioya a través de un comunicado. Las otras 17 oficinas han funcionado sin ningún problema

La huelga de los registradores, un colectivo que aglutina a casi 12.000 personas en toda España, se debe, señala el sindicato, a que después de siete años de intensas negociaciones "no ha sido posible cerrar el II Convenio Colectivo de una forma digna para el personal que presenta sus servicios en los registros". En este sentido, explican que desde 1992 el personal de estos registros ha pasado de 7.000 a 12.000 trabajadores en la última década, un aumento de personal que ha ido acompañado de una pérdida de poder adquisitivo superior al 30% mientras se mantenían intactos los ingresos de los registros.

PETICION SALARIAL Ante esta situación reclaman un salario medio de 2.776,68 euros al mes por registrador, lo que supone un incremento del 12% sobre sus actuales ingresos "y paliaría en parte la pérdida económica".

Mientras, CSI-CSIF denuncia que la patronal ha aplicado "tácticas de demora" para retrasar en el tiempo la posible firma del convenio , para lo que ha cambiado constantemente sus interlocutores en las reuniones con los sindicatos.

Ambas fuerzas sindicales consideran que las tres jornadas de huelga han sido "un éxito" pese a "las innumerables presiones y amenazas de los propios registradores. Aún así sigue sin llegarse a ningún acuerdo, por lo que dada la "obcecación de la patronal" van a estudiar un nuevo calendario de movilizaciones con el único objetivo de "conseguir una retribución digna" de acuerdo con las responsabilidades que recaen en los empleados de los registros.