Levantarse, mirar por la ventana para ver qué tiempo hace y decidir el vestuario adecuado. En el caso de los alérgicos, ese ritual matinal puede incluir un paso más: informarse sobre los niveles de polen, que tantos sinsabores les causan en esta época del año. Estos datos pueden ayudarles a diseñar, siempre bajo la supervisión de su médico, su tratamiento o, al menos, advertirles para que intenten evitar los espacios que albergan mayores dosis de aquellos alérgenos que provocan sus reacciones (por ejemplo, los parques).

Pero los pacientes no son los únicos beneficiarios de una información que también resulta muy valiosa para los médicos (con objeto de identificar los pólenes responsables de las manifestaciones clínicas, observar como varían con los cambios meteorológicos o la polución y prescribir el tratamiento, por ejemplo), epidemiólogos o farmacéuticos. En Extremadura, dos entidades se encargan de llevar a cabo esta labor: los equipos de alergólogos extremeños que colaboran con la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica y un grupo de investigación de la Uex, que por su parte coopera con la Red Española de Aerobiología.

En líneas generales, su labor resulta bastante similar y tiene por objetivo principal medir la concentración de los distintos tipos de polen presentes en la atmósfera (gramíneas, olivos o cupresáceas son algunos de los más habituales en Extremadura). En el caso del equipo de la Uex, además, hace pronósticos sobre cuál es la tendencia de dichos niveles (estable, subiendo...), en base a "los datos recopilados de años anteriores, la previsión meteorológica, la observación de los árboles y plantas herbáceas y, finalmente, las últimas concentraciones registradas".

Así lo explica Rafael Tormo, profesor de Botánica de la Uex y director del grupo de investigación que se encarga de esta tarea. Hace ya más de 15 años que recogen los datos sobre concentraciones de polen, lo que les ha permitido llevar a cabo un proyecto, financiado por la Junta, mediante el que esta información se envía por sms a cualquier persona que se suscriba gratuitamente --ya hay 600 usuarios--, en su página web (www.aerouex.es ). También en esta página se puede consultar esta información, que igualmente publica cada día junto a la previsión meteorológica.

Los resultados de este trabajo, asegura su principal responsable, "son perfectamente extrapolables a 50 kilómetros". Pero desde hace seis meses, los cacereños cuentan con otra fuente que les ofrece esta misma información recogida en el centro de la capital. Y es que tres de los médicos que componen el Servicio de Alergología del Hospital Virgen de la Montaña --Javier Hernández (jefe de la sección), Sergio Porcel y Víctor Medina-- se ocupan de esta labor con objeto de que tanto pacientes alérgicos como los profesionales de este ámbito tengan acceso a la información correspondiente en Cáceres. Todo el que lo desee puede consultarla en www.polenes.com .

"La red de vigilancia --todos los datos son recopilados por la Sociedad Española de Alergología-- es fundamental para mejorar el tratamiento de los pacientes, para quienes esta información es extremadamente valiosa", destaca el doctor Hernández. En ello coincide su compañero Sergio Porcel, que actualmente preside la Sociedad Extremeña de Alergología y que resalta la importancia de acceder a estos datos en Extremadura, "una comunidad que suele batir récords en los niveles de gramíneas".

La escena se repite en el Hospital Infanta Cristina de Badajoz, donde se lleva a cabo desde hace varios años, por lo que los pacenses también pueden consultar la misma información en polenes.com . Todos estos profesionales dan una lección de dedicación a su trabajo, sobre todo dirigida a mejorar la calidad de vida de quienes conviven con la alergia al polen; un problema que, si bien no es grave, causa muchas molestias.