Alrededor de 300 personas volverán a poner en escena a partir de esta noche en Oliva de la Frontera los últimos días de Cristo. La Pasión Viviente, declarada de Interés Turístico Regional, cumple este año su 31 representación, tras haber conseguido un relevo generacional que garantiza el futuro de esta manifestación religiosa y cultural.

Las representaciones se iniciaron el Domingo de Ramos por la tarde, con la escenificación de la lapidación de María Magdalena, los milagros de la curación del ciego y el joven endemoniado, la entrada de Jesús en Jerusalén con su borriquita y la expulsión de los mercaderes en el templo.

Ya la localidad estaba preparada para retomar su peculiar Semana Santa. El vicepresidente de la Asociación Cultural Agrupación Local Pasión Viviente, Francisco Manuel Hernández Rojo, opina que la Semana Santa de Oliva se distingue "porque es muy del pueblo, casi todo el mundo colabora y los escenarios naturales parecen construidos para esta representación".

El programa continúa hoy, Jueves Santo, con la Santa Cena, la Oración en el Huerto y el Juicio del Sanedrín ante Caifás. Aunque está previsto que comience a las diez de la noche, previamente estará instalado el mercado en el paseo de las palmeras, donde los mercaderes cenan con sus familias.

Con puntualidad, Jesús dialogará con sus apóstoles en las escalinatas de la iglesia de San Marcos, y desde allí se dirigirá, atravesando el paseo, hasta la plaza de España, donde un escenario permite al público ver todo lo que acontece. Jesús reza cuando sus apóstoles duermen, hasta que es apresado mientras el pueblo sigue los hechos con las antorchas encendidas, que iluminarán el camino hasta la plaza del ayuntamiento, donde se celebra el juicio que cierra la representación del jueves.

NUEVO PILATOS Mañana viernes todas las escenas se desarrollan por la mañana, a partir de las doce. Comienza el programa en la escalinata de la parroquia, ahora palacio de Pilatos, un papel en el que este año se estrena Francisco Regaña, en sustitución de Emiliano González, que lo ha hecho suyo durante 30 años. Desde aquí Jesús es llevado ante la corte de Herodes, que retoza en los jardines diseñados en torno a la fuente de la plaza de España. Vuelve ante Pilatos, que llega subido en una cuadriga. No tendrá salvación y será el pueblo el que con sus gritos empujará al protagonista a una muerte segura. Los momentos más emotivos se viven camino del cerro de la ermita de la Virgen de Gracia, donde este año se han introducido efectos nuevos.