Una noche más las calles de Jerez de los Caballeros estuvieron ayer abarrotadas de público al paso de la Cofradía de Nuestra Señora del Rosario que tras tres toques con el báculo a las diez en punto de la noche en las puertas de la iglesia de San Miguel, inició su recorrido penitencial.

Todavía en el interior del templo, el párroco Antonio Becerra, bendijo la nueva Cruz de Guía que abría el desfile.

El recorrido discurrió en el más absoluto silencio, respetado por todo el público, como es tradición el Martes Santo por la salida de Jesús orando en el huerto y la Virgen del Rosario, pasos titulares de esta hermandad.

El paso del Señor orando en el huerto lució la imagen del Angel restaurado y la Virgen el remate en oro del manto de terciopelo.

Caracterizan esta procesión un grupo de acólitos junto al paso de la virgen que estrenaron las albas e inundaron de incienso el ambiente.

La procesión del silencio tan sólo se vio alterada por el sonido del Trío de Música de Capilla de Sevilla y el de la Banda Municipal de Música.

Es otra de las cofradías de penitencia de la localidad que se define por el color negro de la túnica, capa y capirote de los nazarenos y por un cinturón de esparto.

Esta noche a las 21.30 horas las calles se llenarán de colorido con la Cofradía del Señor Ecce-Homo y Nuestra Señora de los Dolores ya que los nazarenos visten de color rojo.

Esta procesión tiene como nota más llamativa una Escolta de Romanos a Pie de la propia cofradía.