La Virgen de la Soledad, patrona de Badajoz, saldrá esta noche de su ermita, un lugar ahora más embellecido que nunca, porque acaba de someterse a importantes obras, y lo hará para desfilar por las calles de Badajoz, acompañada de los otros dos titulares de la hermandad: el Amarrao y el Ecce-Homo y de 600 nazarenos.

Hace apenas dos semanas que se inauguraron las obras en la ermita, con las que se ha redecorado el camarín de la Virgen. Las grandes columnas laterales son moradas y ocres. De ese mismo es la madera marmolizada del camarín y la mesa de altar nueva. El sagrario se ha renovado totalmente y se ha anclado, para evitar los robos, siguiendo la normativa. A los Cristos, titulares de la hermandad, se les ha encuadrado con nuevos altares y policromía, y se han situado uno enfrente de otro. Todo el friso de la ermita es de mármol de color coralino y también el artesonado se ha restaurado totalmente, con una nueva iluminación.

Y la obra más importante: se han eliminado las barreras arquitectónicas, fuera y dentro de la iglesia. Semana Santa es una buena ocasión para acudir a visitar a la Patrona y conocer de cerca cómo ha quedado su morada.

ANFORAS En la procesión de esta noche también habrá estrenos. Según explica el hermano mayor, Joaquín Gil, se han incorporado al paso de la Virgen dos ánforas de plata, de la casa Villarreal. Son las dos mayores. Se trata de una colección de ánforas colocadas en el frontal y los laterales, de mayor a menor. En el paso del Cristo Amarrao se estrenan cuatro esquineras de plata, donadas por un hermano, realizadas en Lucena (Córdoba). También es nuevo el estandarte de la cofradía, realizado en los talleres de Juan Manuel Expósito, un artista bordador de Badajoz de reconocido prestigio.

El hermano mayor aconseja, para ver a la Patrona, situarse en un buen lugar a la salida o en la recogida en la plazuela. Pero también es digno de ver el desfile por la calle Menacho, donde se observa toda la longitud de la procesión, con sus tres pasos, y en el paseo de San Francisco, por la anchura de la calle. Este año además vuelve a pasar por delante del antiguo Hospital Provincia. Hay que remontarse a hace sesenta o cincuenta años, cuando los enfermos se asomaban a la ventana para ver a la Patrona. Esta tradición se ha mantenido aun después del cierre del centro sanitario.

A lo largo del recorrido habrá muchos espontáneos que se decidan a cantar saetas a la Soledad, sobre todo en la calle Menacho y en la recogida. Pero ocurre fundamentalmente en la procesión del Viernes Santo, de las mujeres o del Rosario , cuando es difícil entrar a la Virgen de la Soledad porque no dejan de cantarle sentimientos.

Será si el tiempo acompaña. Anoche pudieron procesionar los pasos de las iglesias de San Andrés y de Santo Domingo, que al cierre de esta edición, desfilaban según lo previsto. Y ya de madrugada, debía salir la austera procesión de Jesús del Prendimiento desde la Concepción, en dirección a la plaza Alta.