Una de cada cinco consultas de Pediatría en los centros de salud extremeños no están atendidas por un médico de esta especialidad sino por un profesional de Medicina Familiar y Comunitaria, el tradicional médico de Atención Primaria. La situación no es nueva y la reivindicación de estos especialistas para que esa situación cambie, tampoco. Por eso los pediatras han dado ahora un paso más buscando el apoyo de las familias a través de la campaña Confianza, con la que la Asociación Española de Pediatría en Atención Primaria (Aepap) y la Sociedad Española de Pediatría Extrehospitalaria (Sepeap) recogen firmas (en los centros de salud y en la paltaforma change.org) para pedir que se pongan los medios necesarios para que no se extinga la especialidad. Llevan ya más de 60.000 en toda España.

«Si pusieran en marcha todas las herramientas necesarias, en un periodo de 5 o 10 años se podría haber normalizado la situación, en Extremadura incluso antes», dice la doctora Cecilia Gómez Málaga, vocal de la Aepap en Extremadura. Y esas ‘herramientas’ van desde incrementar la creación de plazas de la especialidad, convocar oposiciones periódicas y cada poco tiempo e incentivar y «hacer atractivas» aquellas plazas de zonas que pueden ser menos interesantes, por ejemplo en el entorno rural, donde la tasa de pediatras suele ser menor que en los núcleos urbanos o en las zonas próximas a hospitales de referencia.

La especialidad de Pediatría es un elemento característico del sistema sanitario español. En los países anglosajones o, por ejemplo, en Portugal, no existe el pediatra en el centro de salud. Sin embargo la Asociación Española de Pediatría en Atención Primaria defiende que la actuación de estos especialistas es «fundamental» en el seguimiento de los niños prematuros o con enfermedades crónicas.

Las solución a este problema la debe abordar el Ministerio de Sanidad y lo que persiguen los especialistas es que las comunidades autónomas eleven al Consejo Interterritorial la reivindicación.

Sobre esta cuestión, el consejero de Sanidad y Políticas Sociales, José María Vergeles, reconoció ayer que no hay suficientes pediatras aunque defendió que la población infantil está «atendida por un médico de familia que tiene conocimiento suficiente para resolver sus problemas más frecuentes», recoge Europa Press.

Vergeles reivindicó que se permita que las comunidades puedan incrementar la capacidad formativa para el futuro y evitar así el déficit y recordó que en Extremadura únicamente se forman cada año cuatro pediatras. «Deben relajar los criterios para que haya más formadores de pediatras en los hospitales», zanjó.