El presidente del PP de Mérida y ex alcalde de esta ciudad, Pedro Acedo, presenta su candidatura para presidir el PP de Extremadura con la intención de acometer "cambios profundos" en el partido, que hagan posible que "la alternancia imprescindible en democracia se produzca algún día".

Según recoge la agencia Europa Press, Pedro Acedo llegó a las 12.00 horas a la sede regional del PP de Extremadura, en Mérida, acompañado de varios de sus compañeros de partido, y entregó "más del doble" de los 90 avales que los estatutos del partido exigen para presentar su candidatura.

Acedo muestra su "ilusión" en que "el cambio puede ser posible" y apuesta por que exista la "máxima unidad", ya que "hay gente francamente buena en el partido". "Quizá haya que pisar menos moqueta y más barro", asevera e indica que su opinión "no debería haber candidatos oficialistas", sino dejar que sean los militantes del partido los que decidan. "Me resisto a creer que el PP a nivel nacional apoye a un candidato".

El candidato insiste en su convencimiento en que "el PP puede ganar en Extremadura", y remarca que "la mayoría del partido no se resigna a ser un perdedor eterno", aunque reitera la necesidad de que se produzcan "cambios profundos" en el partido.

Para ello, será necesario "dar mucho más de lo que hemos dado hasta el momento", con el objetivo de que "la mayoría de los extremeños puedan confiar lo suficiente como para ganar elecciones, no sólo en Extremadura sino en muchas de las ciudades".

Pedro Acedo manifiesta su desacuerdo con la organización del Congreso Regional del PP, que a su juicio "ha empezado mal" ya que únicamente contará con 528 compromisarios, frente a los 3.000 que él mismo proponía. Y es que con un congreso abierto "la gente apostaría por mi con absoluta seguridad", aseguró el candidato. De hecho, asegura que si finalmente resulta elegido presidente del PP de Extremadura, lo "primero" que propondrá a la Junta Directiva es que "cualquier Congreso Regional fuera con un número mínimo de 3.000 compromisarios. Eso es posible", señala. "Quizá sea un poco iluso o utópico, pero tengo la ilusión de que todos los compromisarios me escuchen, y de poder, si no convencerlos, al menos que me escuchen y que los argumentos que tengo de peso para que esto cambie, sea una realidad".