--Por dejarlo claro. Pedro Escobar ¿es un perdedor o no? Lo digo porque así se definió tras ser elegido coordinador.

--No soy un perdedor. No me gusta perder ni a las cartas. He intentado varias veces acceder a la coordinación local en Badajoz y a la regional, y siempre perdía. Por eso, dentro de la casa nunca he conseguido ganar una elección.

--¿Qué tipo de trabajo hay que hacer ahora que IU ya no está en la Asamblea?

--Primero hay que hacer un trabajo interno, porque todo el mundo sabe que ha habido unos problemas internos en IU que han aflorado, y hay que hacer un trabajo interno de reorganización, de recuperación y de motivación de los compañeros. Eso supone viajar bastante, ir a muchos pueblos... Y después tenemos que hacer un buen trabajo en ayuntamientos porque los alcaldes y concejales son las raíces de IU. IU puede prescindir de Víctor Casco, de Pedro Escobar, de quien sea, pero nuestro trabajo es esa gestión. Y vamos a intentar con cierta frecuencia analizar y marcar la gestión de la Junta.

--Después de 6 años fuera de Extremadura, ¿qué región se ha encontrado?

--No ha cambiado demasiado, la verdad, sólo algunos nombres. Ahora parece que Vara tiene un talante diferente, pero está por ver lo que hace. Lo que pasa es que hay elecciones en marzo, todo está condicionado por esa fecha y no es un buen momento para hacer análisis. Cuando lees datos económicos Extremadura sigue estando como siempre.

--IU ha pasado en una década de ser una fuerza decisiva de la Asamblea a desaparecer del arco parlamentario. ¿A qué achaca esos resultados?

--A toro pasado es muy fácil hacer análisis y lo importante es hacerlo antes para no cometer los errores. Hay varias causas importantes. La primera, los errores propios, porque la gente no perdona las broncas internas. Después hay una tendencia inevitable al voto útil en los últimos años, y esa inercia sociológica a nosotros nos hace muchísimo daño. La tercera causa, una ley electoral que tiene un déficit democrático grave. Si dividimos los votos del PSOE entre sus diputados, salen a 9.147 por cada uno, y nosotros tenemos casi 30.000 votos que equivalen a 0 diputados porque hay que sacar el 5% de los votos totales. Y además no hemos sido capaces de vender algunas cosas que han salido adelante en el Congreso de los Diputados gracias a nosotros, como la ley de dependencia, de los matrimonios gays, de conciliación de la vida laboral y familiar...

--En el tema de la crisis interna, ¿qué es lo que va a hacer?

--Hablar con Cristóbal Guerrero y preguntarle a dónde queremos ir. ¿Queremos ser los últimos de Numancia? Pues entonces vale. Pero creo que lo que queremos es influir en la vida política extremeña.

--¿Ha mantenido ya algún contacto con Guerrero o con algún otro dirigente del PC?

--No, porque últimamente no tengo tiempo ni de afeitarme, pero tengo que hacerlo en los próximos días. Se han abierto unas heridas que hay que cerrar. No hay agua para tanta corriente en este espacio, y lo digo en el sentido físico y en el sentido ideológico.

--¿Pero hay marcha atrás una vez que se ha iniciado incluso el proceso de expulsión de los críticos?

--Hay un expediente de expulsión que está recurrido y no resuelto, y vamos a ver. A mí la palabra expulsión no me gusta, es la sanción más fuerte y la última, y hay otras. Tenemos que hablar con Cristóbal y tener claro que hay cosas que no se pueden hacer.

--¿Cree que a corto o medio plazo será posible que volvamos a ver a Cristóbal Guerrero en IU?

--A mí me gustaría, la verdad. Me gustaría que hubiera las condiciones necesarias dentro de Izquierda Unida, y para ello habrá que reconocer algunos errores.

--Salir de la Asamblea es relativamente fácil, pero ¿y volver?

--Nosotros vamos a volver. Le emplazo para dentro de cuatro años, porque estaremos hablando de un objetivo conseguido. Seguro. Porque hay espacio político y en cuanto hagamos las cosas medianamente bien vamos a tener representación en la Asamblea. Y eso va a ocurrir. Estoy totalmente seguro. Es verdad que salir es fácil y volver es más difícil, pero tenemos que recuperar la confianza de nuestro electorado. En alguna ocasión hubo 48.000 votos para IU. Yo en las próximas elecciones me conformaría con eso.

--En los últimos años una de las banderas de IU ha sido el tema de la refinería. Viendo sus repercusiones electorales, ¿va a seguir siendo uno de sus argumentos principales?

--Las urnas han dado un dictamen que hay que tener en cuenta. La refinería no ha tenido repercusión, y las urnas no se han enterado de que ha habido una batalla por la refinería. Seguimos pensando, aunque a lo mejor no con la misma energía, que es un error. Y el PSOE ha ganado la batalla de la refinería, aunque a lo mejor Extremadura la ha perdido a largo plazo. Seguimos pensando que es una decisión macroeconómica mala a medio y largo plazo, pero ya no tienen miedo a una repercusión electoral.