Catorce días en el hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres. Ese ha sido el tiempo que Mercedes Fuente Martínez, una mujer de 46 años, ha debido permanecer ingresada por la posible mordedura de una víbora hocicuda. Mercedes, casada con Juan José González, vive en Madrid, pero en agosto pasaba unos días de vacaciones en Valencia de Alcántara puesto que su esposo es oriundo de la localidad cacereña.

El día 10 ambos paseaban por una zona de La Campiña, en las proximidades del caserío de la Fontañera, cuando Mercedes, al pisar un pastizal, sintió un pinchazo muy grande en el pie izquierdo. "Fue tan fuerte que no quiso mirar lo que le había picado. Empezó a sentir un dolor grandísimo. El pie se le inflamaba cada vez más y nos fuimos al centro de salud del pueblo", relata su marido.

Allí le pusieron dos inyecciones y la mandaron para casa. Pero el dolor no cesaba y Mercedes comenzó a asfixiarse. Al ver la situación tan crítica "y como nos dijeron que allí no nos podían facilitar ambulancia me llevé a mi mujer a Cáceres porque veía que estaba muy mal y que la mordedura podía costarle la vida".

Tras el tratamiento seguido en el hospital, Mercedes recibió el alta médica el pasado lunes, pero los dolores continúan. En el parte médico consta que su dolencia se debe "a una posible mordedura de de víbora", dice su marido. Juan José insiste en la necesidad de que las autoridades no contribuyan a la repoblación de este tipo de animales y asegura que en mayo un vecino de Montánchez permaneció nueve días en la UCI por el mismo caso.