Alrededor de un 30% de las pensiones que se perciben en la región constituyen la principal fuente de ingresos familiar, según las estimaciones de la Federación de Pensionistas y Jubilados de CCOO de Extremadura. Esto supone que de un total de algo más de 220.000 pensiones contributivas en vigor a fecha del 1 de marzo pasado, en torno a 65.000 son el sustento económico básico para un hogar.

La mayor parte de las veces se trata de las percepciones que personas mayores reciben en concepto de jubilación o viudedad. "En unos casos los hijos han perdido sus casas y están viviendo con los padres, y en otros siguen en sus viviendas pero dependen de ellos para poder comer", señala Reyes Ramos, secretario general de la Federación de Pensionistas y Jubilados de CCOO de Extremadura, quien apunta que posiblemente esta sea una "estimación a la baja". "La renta básica aquí no ha funcionado y eso ha hecho que muchas familias no tengan ninguna clase de ingreso", arguye Ramos, que añade que antes de la crisis la proporción de hogares que se encontraban en esta situación era prácticamente "marginal".

Este responsable de CCOO incide en que la población mayor presta esta ayuda a pesar de que con frecuencia sus pensiones superan en poco o están por debajo del salario mínimo (655,2 euros mensuales). De hecho, la media de las pensiones extremeñas es la más baja del país, con 750 euros. En el caso de las de viudedad, el importe promediado es de 603 euros, mientras que en las de jubilación se sitúa en 858 euros. Así que cuando la pensión no alcanza, indica Ramos, hay que tirar también de los ahorros. "Jubilados que han estado toda su vida ahorrando y ahora no les llega la pensión para la ayuda que están dando. Pero así llevamos unos años, y los ahorros se acaban...", señala.

En el informe Observatorio social de las personas mayores 2015 , elaborado por CCOO, se analizan, entre otras cuestiones, la importancia de las pensiones en la economía familiar o la cifra de personas mayores que viven por debajo del umbral de la pobreza. De acuerdo a sus datos, la tasa de riesgo de pobreza para el conjunto de la población se sitúa en el 19,9% en España, mientras que el tramo de mayores de 65 años es el que presenta el menor porcentaje, con un 5,9%. "La principal causa que explica este fenómeno es que el sistema de pensiones ha sido capaz de enfrentar mejor la crisis que otros ámbitos de protección social, como, por ejemplo, el desempleo", se aclara.

En este sentido se precisa que, a pesar de la no revalorización de las pensiones en el 2011 y el 2012, y del cambio en la fórmula de actualización impuesto en el 2013, la estabilidad en las percepciones ha logrado mejorar la posición relativa de los pensionistas en un contexto de caída generalizada de los salarios, "que a su vez ha supuesto una reducción en las cuantías utilizadas para determinar el umbral de pobreza". De esta forma, se añade, "no es que los pensionistas sean más ricos que antes, es que el resto de la población se ha empobrecido más".

En cualquier caso, el estudio alerta de la "significativa reducción de los recursos materiales disponibles que tanto necesita la población mayor" que ha causado la crisis, con un impacto directo en cuestiones como la aplicación de la Ley de Dependencia, que afecta especialmente a las personas mayores y que ha sufrido, se sostiene, "un evidente recorte de la cobertura que ofrece el sistema así como de la intensidad de algunas de sus prestaciones".