Si alguien cree en el poder de las estrellas fugaces puede reservar sus deseos para este fin de semana y buscar un punto alejado de la ciudad. Sin luz, sin vegetación y sin telescopios. Estos son los únicos requisitos para ver las famosas Perseidas en Extremadura. Como cada año, la lluvia de meteoros se extiende durante todo el verano, pero es desde hoy hasta el domingo cuando alcanza su máximo esplendor en el cielo. El fenómeno astrónomico será perceptible en cualquier punto del país, pero este año cuenta con dos particularidades que dificultarán ligeramente su avistamiento: el ‘brillo’ de la luna menguante y la climatología adversa prevista para el sábado en Extremadura, destaca a este diario Gabino Muriel, experto en la materia.

Los astrónomos calculan que cruzarán la atmósfera alrededor de 100 meteoros por hora este viernes y el domingo. El cielo nublado del sábado reducirá la cifra la mitad, pero en cualquier caso se podrán observar simplemente con fijar la vista en el cielo en dirección a la constelación Perseo. Como curiosidad, Muriel anota que entre la lluvia también podrán observarse dos planetas hasta la medianoche, Júpiter y Saturno. Para diferenciarlos de las estrellas comunes basta con advertir que no centellean, sino que se mantienen en un punto fijo.

Como ya ocurrió año pasado, la lluvia de polvo estelar atraviesa también la barrera de internet y será posible seguirla en ‘streaming’. El centro extremeño de tecnologías avanzadas (CETA-CIEMAT) colaborará en la retransmisión a través del portal web (sky-live.tv). El portal empezará a emitir el 12 de agosto, entre las 22.00 y 23.00 horas y el 13 agosto, de 00.00 a 01.00. Lo hará de forma conjunta con el Consorcio de Servicios Univeritario de Cataluña (CSUC) y el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) dentro del proyecto STAR4ALL -traducido al español, ‘Estrellas para todos’-, una iniciativa que pretende concienciar sobre la contaminación lumínica y que plantea alternativas para reducirla en todo el planeta.

Estrellas con nombre propio

Esta lluvia de ‘estrellas fugaces’ tiene su propio apodo: las ‘lágrimas de San Lorenzo’. Esto se debe a que logran su máximo esplendor en una fecha cercana a la festividad del mártir -10 de agosto-. La ‘lluvia’ no es más que una multitud de partículas de polvo que se desprenden del cometa Swift-Tuttle -descubierto en 1862- por el calor cuando gira alrededor del sol. A lo largo del año, cuando la tierra alcanza un punto determinado de su órbita en el sol, esas partículas entran en contacto con la atmósfera y se desintegran a gran velocidad. Es así como se producen esos trazos luminosos que se perciben en el cielo. Cuanto más cerca del sol orbita el cometa, más partículas se separan. El punto de mayor cercanía se conoce como perihelio. Según los expertos del CETA-CIEMAT, el último perihelio se produjo en 1992. De este modo, en 1993, el número de Perseidas se multiplicó hasta cuatro veces. Los expertos vaticinan que el próximo no se producirá hasta el año 2126. Este viernes no se apreciarán tantas como en 1993, pero quien cumpla los requisitos de los expertos -con tumbona si lo cree conveniente- podrá avistar el espectáculo. Las más débiles no dejarán rastro, pero no hay de qué alarmarse. «Incluso con la luna iluminando el cielo, la intensidad de las Perseidas está asegurada», concluyen.