El presidente extremeño guardó para sus últimas palabras del discurso de apertura del Debate sobre el Estado de la Región un pequeño apartado para lo que el llama las políticas de las pequeñas cosas", que son aquellas que se alejan de las grandes inversiones y de los complejos planes de futuro, para centrarse en las cuestiones que tocan más de cerca aquellos detalles que pretenden llegar más al corazón de los ciudadanos.

Son aquellas que "tienen mucho que ver con la vida de la gente, con su día a día, con cosas pequeñas, cosas que parecen que no importan pero que contribuyen a facilitarnos las cosas, o ayudan a intentar disfrutar nuestro tiempo".

Son cosas como permitir pescar por las noches, aunque eso sí, con una delimitación de espacios y de determinadas modalidades de este deporte, lo que sin duda es una de las propuestas que más llevaban esperando esperando los aficionados a la pesca. Fernández Vara avanzó también que va a instaurar un premio con el que pretende reconocer el empeño de aquellos ciudadanos anónimos por mejorar su entorno, y no mediante grandes esfuerzos personales, sino con pequeñas acciones, de tal forma que el primer galardonado será el donante vivo que mayor número de veces haya puesto su sangre al servicio de los demás.

También ofreció otras medidas para humanizar más aquellos momentos de la vida en los que la intimidad cobra mayor importancia. Así, se adaptarán los espacios de los paritorios, que tendrán sala de espera para los familiares con el fin de garantizar a las madres mayor confort y compañía en uno de esos momentos que nunca podrá olvidar el resto de su vida.

Para mejorar la relación de las personas sordas con la administración, éstos dispondrán de intérpretes del lenguaje signos, y se autorizarán acampadas juveniles --también con limitaciones-- para fomentar el disfrute de la naturaleza en los tiempos de ocio, y se impulsará el uso de internet para hacer todo tipo de tramitaciones administrativas, o se instalarán en los parques espacios para cambiar al pañal a los bebés.