El consejero de Sanidad y Políticas Sociales, José María Vergeles, denunció ayer la «deslealtad» del Gobierno central en el Plan Estatal del Vivienda 2018-2021 por su «oscurantismo» y el recorte de fondos, un problema que según dijo, la Junta paliará con la mejor gestión de los pocos recursos asignados y con su plan autonómico.

A juicio de Vergeles, el nuevo plan tiene muchas sombras e «importantes dificultades» para su aplicación en Extremadura. Entre ellas, que para poder recibir las cuantías máximas contempladas, de 43,2 millones de euros, el Ejecutivo autonómico tendrá que aportar un 30% adicional de la financiación que le corresponde en este plan. Así, el consejero explicó que parece que el documento está diseñado para que Extremadura no lo pueda cumplir y culpa de ello a la «deslealtad» del Gobierno.

En cuanto al reparto de fondos, critica que el ministerio solo informara en una reunión del Consejo Sectorial de la Vivienda. Extremadura se abstuvo en la votación porque correrían peligro sus recursos. Vergeles criticó también que se han perdido 15 meses, ya que el documento podría haber estado en el verano de 2017, y agregó que su aprobación ha llegado por la presión de las regiones y el PSOE en el Congreso de los Diputados.

En este contexto, el Ejecutivo autonómico hará el mejor uso posible de este mal plan estatal «poniendo toda la carne en el asador» en el plan autonómico. En este sentido, Vergeles señaló que los 43,2 millones asignados a Extremadura serán bien utilizados a razón de unos 10 al año y con «incertidumbres» como las ayudas al alquiler. También criticó no que hay una definición del concepto de «vivienda vacía», que las ayudas a las personas desahuciadas sean «a cuentagotas» y que los apoyos a la rehabilitación irán casi en exclusiva a personas con recursos.