El jefe superior de la Policía Nacional en Extremadura, Miguel García-Izquierdo, reconoció ayer que «una merma en la reposición de efectivos» en este cuerpo durante los últimos años de crisis económica y precisó que las plantillas de las comisarias extremeñas tienen «una media de un 88 por ciento de ocupación».

García-Izquierdo se expresó así tras acompañar a los nuevos responsables policiales en la región en su encuentro protocolario de presentación con el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, en la sede de Presidencia en Mérida. Se trata del comisario provincial de Badajoz, Juan María Cervera, y la comisaria local de Mérida, María Elisa Fariñas, quienes tomaron posesión de sus cargos el pasado 12 de enero en Badajoz en un acto al que asistió el director general de la Policía Nacional, Germán López Iglesias. En declaraciones a los medios tras la reunión recogidas por EFE, García-Izquierdo dijo que la Policía Nacional «no es una institución ajena a la sociedad» y que, por tanto, esta etapa de «seis, siete años de una crisis profunda» también ha repercutido en el empleo público, en el caso de la policía con «una merma en la reposición de efectivos».

Si bien este cuerpo no ha sufrido la crisis de manera más dura como la han vivido algunas empresas que han tenido que hacer despidos, sí se ha producido en la Policía Nacional «la congelación en parte de un gran número de efectivos». «Afortunadamente ahora se está tomando una situación diferente», señaló el jefe Superior de la Policía Nacional en Extremadura, para recordar después que hay más de 2.000 alumnos de nuevo ingreso que se están formando en la Escuela Nacional de Policía en Ávila y que tras este período formativo, pasarán a prestar sus servicios distribuidos por todo el país.