En Mérida y Plasencia los coches volvieron a ganar la partida. Las calles presentaban el aspecto de un sábado normal y pocos se plantearon no utilizar el automóvil.

Así, en la capital extremeña las vías céntricas soportaban los atascos habituales, y los automovilistas aseguraban que no sabían siquiera que era el Día sin coches . El ayuntamiento optó por no cortar ninguna calle y la única iniciativa fue que el autobús urbano fuera gratis.

Ni por esas. Los conductores del transporte público afirmaron que el flujo de viajeros era el habitual. Además, prácticamente ningún usuario se había enterado de que el servicio era gratuito, y mostraban su sorpresa cuando el conductor les informaba de ello. Ni en los autobuses ni en la miniestación central figuraba tampoco cartel alguno aludiendo a la iniciativa.

Actos en Plasencia

En Plasencia, más de lo mismo: La circulación fue la de un sábado normal y las plazas del centro estaban repletas. Pese a esto, la gratuidad del autobús sí tuvo alguna aceptación, ya que hubo más usuarios, aunque algunos desconocían que era gratuito.

A esta iniciativa se han sumado este año dos novedosas. La primera fue la inauguración del club ciclista de la asociación de discapacitados Placeat, destinado a sus usuarios, familiares y voluntarios. Cuentan con 20 bicicletas, dos tándem y tres triciclos para dar clases de aprendizaje y organizar circuitos por las calles. La otra fue un circuito urbano propuesto por la asociación El Bordón, donde una docena de personas --entre ellas los ediles Paco Martín y Flor Prieto-- en silla de ruedas, con muletas y vendas en los ojos escenificaron lo difícil que es para un discapacitado moverse por la ciudad.