La ruta de los camiones patera comienza en Tánger. El puerto está repleto todos los días de contenedores cargados con mercancías listas para viajar hasta Europa. También las pensiones están llenas, pero de jóvenes africanos que sueñan con realizar ese viaje. Solo esperan un contacto que les facilite la forma de viajar y un golpe de suerte.

Tánger también está repleto de intermediarios que cobran por sus informaciones y sus contactos un 10% del precio final del viaje. Por algo más de 600 euros es posible negociar y encontrar un remolque en el que esconderse y cruzar la frontera hasta Algeciras.

Muchos prefieren viajar escondidos en un camión que cruzar el Estrecho en patera. Pero el viaje sobre ruedas también es peligroso. Si pagas puedes ir en primera clase , escondido con otros entre la carga o en zulos de poco más de dos metros de ancho construidos en el fondo del remolque. Si no tienes dinero, existen otras opciones, como burlar al conductor y ocultarse en el hueco del cableado eléctrico que separa la cabina del remolque, o permanecer oculto entre los ejes de las ruedas. Esto suelen hacerlo los más pequeños. El problema, es que si uno se cansa o se duerme puede morir aplastado.

Si se consigue plaza en un camión patera también hay que burlar a los perros de las fuerzas de seguridad que vigilan la frontera, rezar y esperar que el viaje finalice pronto en algún sitio lejos de casa.