Trabajar en uno de los cuerpos de Policía Local en Extremadura será más accesible próximamente. Al menos, por lo que a estatura se refiere. Las futuras normas marco, aprobadas por la Comisión de Coordinación de Policías Locales recientemente, rebajan la estatura mínima necesaria para ejercer como agente de este tipo en los municipios extremeños.

Es una de las principales novedades, junto con la eliminación de la edad máxima (hasta ahora, 31 años) de una normativa que fue anulada por el Tribunal Supremo por un defecto de forma. La nueva tramitación ha sido aprovechada, según explican responsables sindicales, para reformar algunos aspectos como los citados y adaptar la regulación al Estatuto del Empleado Público (ya no podrá haber presencia de cargos políticos en los tribunales de selección).

A por la media nacional

En cuanto a la estatura, se reduce en Extremadura para acercarla a los estándares nacionales, según los sindicatos. Algo especialmente necesario, aseguran, en el caso de las mujeres, dado que en la comunidad se les exigía medir como mínimo de 1,65 metros, muy por encima del 1,60 del promedio estatal. Ahora, en cambio, se quedarán (una vez se aprueben definitivamente las normas nuevas) por debajo, en 1,57 metros, diez centímetros menos que sus compañeros masculinos, cuyo listón, por su parte, se reduce en tres.

De este modo se pretende sobre todo incentivar la presencia femenina en las plantillas de seguridad local de la región, que actualmente es muy escasa (entre el 2 y el 4%). En cambio, la eliminación de la edad máxima para acceder al cuerpo se debe a una cuestión legal: debería estar regulado en la ley por lo que, de momento, se elimina.

Pero estos cambios no son definitivos, dado que ya se está trabajando en una nueva ley para la coordinación de la policía local (la actual es de 1990). Por ello, según fuentes sindicales, se ha cambiado "lo mínimo", para no alargar la negociación y quedarse sin normas marco (prevén que las reformadas entren en vigor cuando se haga efectiva la sentencia). Ahora, sin embargo, se abre un nuevo proceso de negociación en el que aspiran a introducir más cambios --como la mejora de retribuciones o la posibilidad de cuerpos mancomunados-- y que, como suele ocurrir en estos casos, se prevé más largo y complicado.