La vicepresidenta del Gobierno Elena Salgado ha destapado la caja de los truenos al anunciar la intención del Ejecutivo de despolitizar los órganos de dirección de las cajas de ahorro. Y eso afectaría profundamente a Caja Extremadura y Caja Badajoz, aunque no todos sus miembros directivos son cargos electos , que es lo único que concretó Salgado.

Ambas entidades financieras renovaron parte del consejo de administración el pasado año, lo que propició a la vez un cambio en la presidencia. Pero ninguno de sus nuevos presidentes son cargos electos, aunque sí tienen un marcado perfil político. El de Caja Extremadura, Víctor Bravo, venía de la Gerencia del SES en Plasencia, pero no se había presentado a las elecciones en los últimos comicios. Francisco García Peña tampoco incumpliría la premisa de Salgado, ya que sus últimas ocupaciones estuvieron en el SES y en la Consejería de Administración Pública.

Pero hay otros miembros del Consejo que sí son cargos electos. De los 34 que conforman esos órganos (17 en cada uno), dos tercios tienen marcado perfil político. En el Consejo de Caja Extremadura están alcaldes como Florencio Rincón, Juan Valle, José Félix Olivenza, Elia Blanco, Carmen Heras o Luis Cándido Moreno. En el del Badajoz, solo forma parte de ese órgano de dirección un regidor: Miguel Ruiz, alcalde de Higuera la Real, aunque hay varios concejales.

Sustitutos

En el debate planteado por Elena Salgado entró ayer también el presidente de la Junta. Fernández Vara cree que un responsable político elegido por los ciudadanos tiene "total legitimidad" para estar en los órganos de dirección de las cajas de ahorro. También se cuestiona quién ocuparía el lugar de los cargos electos sin salen los políticos, e invita al Gobierno a explicar por qué defiende esa despolitización, ya que rechaza que los políticos sean los responsables de la crisis financiera.

Vara también criticó la "incongruencia" del PP extremeño al alinearse con las tesis de Salgado, "cuando tuvo una magnífica oportunidad" de traducirla en hechos cuando se renovaron las cajas.

También los máximos responsables de CCOO y UGT rechazaron que las cajas de ahorro puedan perder la representación social en su dirección y coinciden en alertar que lo que puede estar detrás de todo este proceso es limitar el negocio de las cajas (el 50% de las finanzas españolas) para beneficiar a la banca privada.

A juicio de Carretero y Capilla, la falta de control político sobre las entidades financieras ha sido uno de los principales causantes de la crisis económica y está generando además problemas para que el dinero llegue a las pymes y las familias.