El ministro de Ambiente portugués, Francisco Nunes Correia, elogia la "transparencia" de las autoridades españolas respecto a la Refinería Balboa, en Badajoz, e insiste en que lo único que ha hecho su departamento es analizar los impactos que ésta tendrá para Portugal y emitir su parecer, lo que no quiere decir que pida a España que no se construya.

"Portugal no le está diciendo a España que, en nuestra opinión, el proyecto no se debe hacer", subraya en declaraciones a Europa Press Nunes Correia, quien apostilla que sólo se le está diciendo a las autoridades españolas que "hay consecuencias en Portugal que deben ser calculadas". "Es una decisión del gobierno y las autoridades españolas que respetamos", sentencia el ministro luso, quien puntaliza que su posición "no tiene ningún dramatismo". "Estamos seguros que las autoridades españolas van a entender nuestros avisos".

El Ministerio de Ambiente portugués envió su parecer a la Junta de Extremadura el lunes de forma informal por fax y ayer martes por correo de forma oficial, precisa Nunes Correia e indica también que el secretario de Estado de Ambiente de Portugal habló ayer con el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara.

En ese parecer, aunque no se rechaza la construcción de la refinería, se solicita que se reformule el proyecto, ya que tal como está actualmente podrá tener "impactos negativos" sobre la cuenca hidrográfica del Guadiana y sobre el lago de Alqueva.

Nunes Correia se muestra convencido de que "las autoridades españolas comprenden que lo que corresponde al Gobierno portugués es analizar los impactos en Portugal y comunicar a España" lo que le "parece". "Desde el inicio hubo un diálogo muy profundo, intercambio de informaciones, una relación muy correcta y registramos que el Gobierno (español) se comportó con enorme transparencia con nosotros".

El ministro luso insiste que "nuestro papel es decir lo que pensamos, no del proyecto, sino de las consecuencias" y revela que en su equipo inicialmente pensaron que había varias áreas que "podrían ser objeto de preocupación", si bien "dejaron de serlo", como la calidad del aire o la conservación de la biodiversidad de la naturaleza, dado que parece que "no habrá consecuencias".

Sin embargo, resalta que hay otras en las que piensan "que hace falta mejorar el proyecto". La primera y la más importante, "son las cuestiones de la calidad del agua", sobre la que "existen algunas preocupaciones". "De todo lo que nos fue dado para analizar, no resulta claro que aquello que son las exigencias de la directiva del cuadro de agua, que es lo que a nivel europeo regula esta materia, puedan ser totalmente cumplidas siempre que tenga consecuencias en Portugal".

"Debajo del proyecto tenemos la presa de Alqueva, el mayor lago artificial de Europa, que es un polo de desarrollo económico muy importante para España y Portugal", recuerda el titular luso de Ambiente.

Además, agrega que la directiva del cuadro que debe cumplirse, "hace falta una sensibilidad especial para un río como el Guadiana, muy frágil, vulnerable, y con mucha importancia para el desarrollo económico de los dos países". Por todo ello, su ministerio hace"saber a España que los impactos sobre el agua deben ser mejor calculados".

Pero además de la calidad del agua, Nunes Correia insiste que hay otros aspectos importantes, como la directiva europea Seveso, sobre accidentes industriales, que "tampoco está totalmente estudiada, obliga a hacer escenarios de riesgo y a tener preparados todos los medios para hacer frente a esa situación" y aunque "esto se puede hacer en una fase posterior" su ministerio avisa ahora de "que es aconsejable hacerlo".