El Gobierno portugués ha desmentido que la Unión Europea haya paralizado por problemas medioambientales cualquier actuación en el tramo Elvas-Caya de la línea de alta velocidad que uniría Lisboa y Badajoz. Esta paralización había sido anunciada por diversos periódicos lusos, que señalaban que Bruselas ya habría notificado al Ejecutivo portugués su desacuerdo con las obras hace tres semanas.

Sin embargo, ayer el Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Comunicaciones del país vecino hizo pública una nota en la que se indica que no es cierto que la UE haya vetado las obras, sino que se ha limitado a pedir aclaraciones sobre el trazado, y que la respuesta se enviará "en el plazo indicado". En el escrito se indica que la petición de aclaraciones se limita a un tramo de 20 kilómetros, mientras que el resto del trazado portugués de AVE tiene una declaración de impacto ambiental favorable.

Finalmente el ministerio portugués explica que los estudios realizados indicaron que era necesario que la línea atravesase una zona de gran interés ambiental, pero que ya están previstas medidas para minimizar los impactos y para corregir posibles daños al medio ambiente.

PORTUGAL PIDIO PROTECCION La polémica tiene su origen, según reflejan rotativos lusos como Sol, en que hace algún tiempo Portugal solicitó a la UE que el área que ahora atravesaría el tren de alta velocidad fuese declarada Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA) por acoger a especies en peligro.

La Comisión Europea accedió a la petición de Portugal, pero el Gobierno luso nunca llegó a formalizar la declaración de protección, según se interpreta, porque se dio cuenta de que el tren de alta velocidad tendría que pasar por ese espacio.

El mismo semanario portugués indica que la comunicación de Bruselas tiene como objetivo requerir al Ejecutivo portugués que, o bien cambie el trazado previsto o bien que explique qué tipo de medidas piensa adoptar para preservar la riqueza natural de la zona.

A raíz de la notificación de la UE, técnicos de RAVE, entidad pública que se ocupa en Portugal de la gestión de las obras de alta velocidad, se han reunido con responsables de distintos departamentos comunitarios para ver cómo se pueden solventar las limitaciones y condiciones impuestas por Bruselas.

La respuesta de las autoridades portuguesas al requerimiento comunitario tiene de plazo hasta septiembre.

EN LICITACION El tramo envuelto en esta polémica pertenece al trazado Poceirao-Caya, de 167 kilómetros, el único en el país vecino que está ya en licitación.

Según el anuncio realizado a principios de junio por el presidente portugués, José Sócrates, las previsiones que se manejan son que las obras se adjudiquen a mediados del 2009 y se inicien en el 2010. El sistema de licitación recoge que el coste de la obra será de 1.450 millones de euros, y contará con cofinanciación privada. A cambio las empresas se harán cargo del mantenimiento y explotación de la línea durante 40 años.

El tramo Poceirao-Lisboa saldrá a licitación este año.