Unas mil personas han sido rechazadas en la frontera del río Caya, entre la ciudad extremeña de Badajoz y la lusa de Elvas, desde la supresión temporal de los acuerdos de Schengen, que son los que posibilitan el libre tránsito de los ciudadanos por los países de la Unión Europea.

Sin embargo, estos acuerdos quedaron suspendidos como medida transitoria de seguridad durante las semanas previas a la Eurocopa, así como durante el desarrollo de la competición. En la práctica esto supone que se han vuelto a instaurar los controles fronterizos en los que se solicita la documentación a todos aquellos que deseen atravesar la frontera hispanolusa.

El responsable del Servicio de Extranjeros y Fronteras (SEF) en la frontera de Caya, Gabriel Nunes, dijo que la mayoría de los ciudadanos rechazados desde el pasado 26 de mayo (día del inicio de las medidas) fueron de nacionalidad rumana, seguidos de naturales de Pakistán, Marruecos y Brasil.

Nunes explicó que el rechazo a estos ciudadanos se debió, mayoritariamente, por la falta de documentos en regla. Esta medida se aplicó por temor a posibles acciones terroristas.