Lisboa no tendrá línea de tren de alta velocidad (AVE) en 2013, puede que tampoco en el 2014 y el 2015 ya toma cuerpo como nueva fecha de referencia para que el proyecto sea una realidad en la capital portuguesa. Así lo ha reconocido Carlos Fernandes, presidente de RAVE, la empresa pública encargada del desarrollo de la alta velocidad en el país vecino: "Es más o menos obvio que el tramo Poceirao-Caya va a estar listo en el 2013 y que el de Poceirao-Lisboa deberá estarlo entre el 2014 y el 2015".

El motivo es la demora en el proceso de concesión de las obras correspondientes a este último tramo, de 50 kilómetros y que llevará la alta velocidad a la ciudad lisboeta. El concurso fue lanzado en el 2009, pero en mayo el Gobierno portugués decidió pararlo por las dificultades para encontrar financiación. La decisión se oficializó el pasado 17 de diciembre a través del Diario da República , el equivalente al Boletín Oficial del Estado (BOE) español. Ahora el Ejecutivo luso pretende relanzar el proceso en noviembre, pero el proyecto acumula tal retraso que es imposible que pueda estar terminado en el 2013. "Las obras del tramo entre Poceirao y Lisboa durarán más de tres años, más el tiempo que llevará hacer el concurso y después la adjudicación. Pero no podemos retrasarnos mucho, porque cualquier obra que pase del 2015 deja de ser candidata a recibir fondos comunitarios", corroboró ayer el responsable de RAVE en declaraciones a la publicación portuguesa Diario Económico.

La diferencia de plazos obligará al Gobierno luso a buscar alternativas para que los viajeros del AVE puedan llegar desde Poceirao a Lisboa a partir del 2013 mientras se termina de construir el tramo hasta la capital de Portugal. Carlos Fernandes no quiso ahondar en qué opciones se manejan, pero si defendió la infraestructura: "habrá soluciones para los pasajeros --explicó--. El servicio no será tan bueno como estaba inicialmente previsto. No será lo mismo ni en términos de fiabilidad ni en los tiempos de viaje, pero será mejor que lo que existe actualmente".

Mientras tanto el debate sobre esta infraestructura continúa abierto en el país vecino. El ministro de Obras Públicas, Antonio Mendoça, volvió a insistir ayer en la necesidad de contar con la conexión de alta velocidad con Madrid, pese a que la OCDE ha exigido nuevos esfuerzos al Ejecutivo luso para contener la deuda pública. "Los beneficios que va a traer al país son incomparablemente superiores a los costes asociados a su construcción y conservación", señaló. Por su parte, el expresidente de la Asociación Portuguesa de Bancos, Joao Salgueiro, manifestó que el AVE no es una prioridad "porque continuaremos viviendo del dinero de otros y no paramos de incrementar el nivel de endeudamiento".