El Gobierno portugués informa que el proyecto para construir una refinería en Badajoz, cerca de la frontera lusa, puede tener impactos negativos en este país por afectar las aguas de la cuenca del Guadiana.

Los organismos medioambientales lusos emitieron hoy dos informes, de 45 páginas, sobre el proyecto de refinería que advierten de posibles consecuencias para Portugal en los recursos hídricos de la cuenca y recomiendan reforzar las medidas de tratamiento o vertido de aguas y prevención de accidentes.

Fuentes oficiales del Ministerio portugués del Ambiente aseguran que la "alerta" sobre los posibles problemas que puede presentar el proyecto fue enviada hoy mismo al Gobierno español.

Las autoridades portuguesas no creen que la refinería pueda tener consecuencias negativas en la conservación de la naturaleza o la calidad del aire, pero desconfían del tratamiento de los fluidos industriales y sugieren el uso de "sistemas de tratamiento avanzados" o su descarga fuera de la cuenca del Guadiana.

Los dos informes sobre la refinería fueron realizados respectivamente por la Agencia Portuguesa del Ambiente y por una Comisión de Evaluación en la que participan esta misma entidad, la Dirección General de Energía y Geología, el Instituto del Agua y dos organismos del Alentejo, la Comisión de Coordinación y Desarrollo Regional y la Administración de la Región Hidrográfica.

Ambos documentos señalan las posibles consecuencias negativas del proyecto para Portugal y dicen que no se han tenido en cuenta factores como un "análisis estratégico de las reservas del mercado ibérico de energía" o el "impacto acumulativo" de otras instalaciones cercanas y recuerdan que el complejo distará apenas 50 kilómetros de la población lusa de Barrancos.

En lo que respecta a la calidad del agua, puede haber "impactos negativos muy significativos, con probabilidades de afectar también territorio portugués concretamente la laguna de Alqueva e incluso el río Guadiana", afirma el documento de la Comisión de Evaluación, de 37 páginas.

Según este organismo, puede existir "serio riesgo" para las calificaciones ecológicas y la calidad de esas masas de agua tanto en superficie como subterráneas.

Además, el informe señala que no se han previsto las posibles consecuencias de "derrames accidentales graves de substancias peligrosas" y estos deben ser prevenirse de acuerdo con los protocolos de actuación transfronteriza.

El informe de la Agencia del Ambiente, de ocho páginas, coincide con las advertencias del otro documento y resalta que se carece de información adecuada para evaluar también las consecuencias del proyecto para Portugal en el área "socio-económica".

El ministro portugués de Ambiente, Francisco Nunes Correia, declaró a los periodistas que los informes son una llamada de "atención" sobre las posibles consecuencias del proyecto en materia de "calidad del agua y escenarios de riesgo, de accidente". "Eso es lo que decimos a España", manifestó el ministro que subrayó las recomendaciones de los expertos sobre posibles accidentes de vertidos y descarga de fluidos industriales y manifestó que espera medidas adecuadas por parte del Gobierno español.

La construcción de la futura Refinería Balboa, a la que se han opuesto organizaciones ecologistas y partidos de izquierda en España, tiene un decidido respaldo del Gobierno autonómico de Extremadura y supone la creación de 3.000 puestos de trabajo directos e indirectos.

El Grupo Gallardo, principal impulsor del proyecto calcula que representa más de 2.000 millones de euros de inversión y espera tenerlo en funcionamiento en 2011, cuando se convertiría en la décima refinería de petróleo de España.

El proyecto incluye la construcción de un oleoducto de 200 kilómetros que transportará el crudo a Extremadura desde el puerto de Huelva y que también a recibido críticas de los ecologistas.