El portavoz de Medio Ambiente del PP de Extremadura, José Antonio Echávarri, expresó ayer su preocupación por las noticias que están surgiendo sobre el futuro de la energía eólica en la región y señaló que el Gobierno regional está elaborando una legislación que no ayudará a su desarrollo.

El diputado popular entiende que el borrador de decreto que se ha elaborado por parte del Gobierno autonómico está centrado más en descartar la energía eólica que en potenciarla, "puesto que se están recogiendo matizaciones y condiciones draconianas que hacen inviable la puesta en marcha de este tipo de energía verde", explica en una nota remitida a Efe.

Echávarri se refirió a la obligatoriedad de crear tres puestos de trabajo por cada megavatio de potencia que se genere con los parques eólicos, ya que, aunque la medida pueda tener un buen fondo en la referido a la generación de empleos, dijo, puede provocar a la larga que Extremadura deje de ser interesante y se pierdan otro tipo de beneficios.

A su juicio, la instalación de parques eólicos en ciertos puntos de la región puede ser positivo por los cánones que generan en las arcas municipales (cerca de 6.000 euros por aerogenerador instalado), más si cabe con los problemas de financiación que tienen los pequeños ayuntamientos extremeños, y agregó que esta fuente de ingresos también redundaría en el empleo.

La Junta llega "tarde y mal" a esta energía eólica, dijo, puesto que sólo tres regiones están fuera de la explotación de este tipo de sistemas, frente a comunidades como Navarra o Galicia, que han conseguido crear un modo de riqueza muy importante.

Desde el PP se apuesta por la energía eólica como una forma de desarrollo para la región y considera que se debería trabajar más seriamente en su implantación, sin descuidar el respeto al medio ambiente y su salvaguarda.

Según la Plataforma Eólica, este tipo de energía da empleo a unas 25.000 personas en España, con un total de 300 empresas que desarrollan actividades en el sector, aunque en Extremadura, junto a Madrid y Cantabria, siguen sin incorporar un megavatio eólico en su territorio.

España cerró el año con 8.000 MW eólicos conectados a la red, 1.800 MW más que en el 2003, con un incremento del 29%.