El secretario general del PP de Extremadura, César Díez Solís, acusó ayer al presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, de "intentar presionar" al Ministerio de Medio Ambiente con sus críticas hacia algunas de las consideraciones que ha hecho esta institución respecto al proyecto de la refinería Balboa.

Rodríguez Ibarra aseguró el martes que algunas prescripciones establecidas por el Ministerio de Medio Ambiente al Grupo Gallardo, para elaborar el estudio de impacto ambiental de la planta, están marcadas por la "arbitrariedad" y no se han exigido a otros proyectos similares.

Díez Solís advirtió de que cuando el presidente extremeño habla de las trabas que Medio Ambiente está poniendo a la planta, de que se puede hipotecar el futuro de Extremadura y de que se están exigiendo cosas que no se han pedido en otros proyectos, está "intentando presionar".

El dirigente popular criticó esta "clara jugada" y tachó de lamentable que Rodríguez Ibarra "esté pidiendo que se dulcifiquen los controles, en vez de exigir el cumplimiento de la legislación medioambiental".

Subrayó que el PP no sabe "a qué atenerse", ya que mientras Rodríguez Ibarra "se despachó" contra el citado ministerio, el Grupo Gallardo ha agradecido las sugerencias, por lo que, a su juicio, se intenta influir sobre esta institución.

El dirigente popular insistió en que con sus declaraciones Ibarra intenta "presionar" al Ministerio de Medio Ambiente en el tema de la refinería, que se trata de un proyecto "personal de Ibarra y del PSOE".

A este respecto, reiteró que "en el modelo del PP no entra bajo ningún concepto la refinería de petróleo".

Por otro lado, la consejera Portavoz, Dolores Pallero, defendió ayer que Rodríguez Ibarra pide un trato "exactamente igual" para Extremadura con respecto a otras comunidades autónomas en el proyecto de la refinería.

Pallero acusa a los populares de mantener una "doble moral ecologista" mostrando a la vez "su total desconocimiento de lo que significa defender los intereses de una región".