Daniel, Álvaro, Juan, Miguel Ángel, Manuel, Gregorio, Antonio, Jorge, Eduardo, Jesús, Fernando, Victor, José y Miguel. Son los catorce nombres de otros tantos fallecidos en accidente de trabajo este año en Extremadura, cifra que el PP eleva a 21 si se tienen en cuenta los muertos sin estar dados de alta en la seguridad social y aquellos que figuraban como autónomos (considerados empresarios por la Inspección de Trabajo).

Esta mañana los sindicatos UGT y CCOO han denunciado la situación simulando un masivo funeral vestidos de luto y con claveles blancos en memoria de cada uno de ellos. "Gran parte de culpa de estos accidentes morales la tiene la reforma laboral", asegura Francisco Capilla, secretario regional de UGT, que recuerda que la edad media de estos fallecidos es de 27 años, con contratos precarios y sin la formación adecuada, y "ya tenemos que estar hablando del derecho a la vida".

Además, esta siniestralidad laboral tiene origen "en la desprotección por parte de las leyes laborales, en la depauparización que se está haciendo de los convenios colectivos, en el ahorro de las empresas en materia de prevención de riesgos y también el que están haciendo las administraciones públicas, porque en los programas de prevención de la Consejería de Igualdad y Empleo se ha recortado el presupuesto un 21 por ciento respecto al año pasado", añade Julián Carretero, secretario regional de CCOO. "No puede pasar de puntillas la muerte en el trabajo, que sigue siendo una cuestión de azar y no de prevención", comentó.

Ambos dirigentes sindicales realizan estas reflexiones en una concentración llevada a cabo en la plaza de España de Mérida, donde se dieron cita todos los delegados sindicales de UGT y CCOO, y que contó con el apoyo del PP extremeño, que insiste en que la Junta debe tomar medidas para luchar contra la siniestralidad laboral "que se ha cobrado la vida de 21 personas este año en Extremadura", indicó Juan Parejo, secretrario de Organización del PP. Además, esta misma reivindicación se produce hoy en toda Europa.