La repetición de varios exámenes de Selectividad continuó ayer coleando en la esfera política regional. Desde la Junta de Extremadura, su portavoz, Isabel Gil Rosiña, mostró su respeto con la decisión tomada por la universidad extremeña tras la dimisión del vicerrector de Estudiantes, Ciro Pérez, y el presidente del tribunal calificador, Javier Benítez. La portavoz aseguró que la Junta no es la responsable de lo sucedido, ya que la UEx, dijo, tiene sus órganos de gobierno y capacidad de decisión «en los aciertos y errores». Respondió así Gil Rosiña al presidente del PP extremeño, José Antonio Monago, que horas antes había pedido también dimisiones en la administración regional, como la del secretario general de Educación.

El popular argumentó esta petición en que la Junta tiene las competencias en la organización de las pruebas, como demuestra la orden que regula la EBAU y que firma la consejera del ramo, Esther Gutiérrez. Monago acusó al presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, de «mentir» eludiendo su responsabilidad y aseguró que «ha echado una palada de desprestigio a la universidad».

Por su parte, la portavoz del Grupo Parlamentario de Ciudadanos, Victoria Domínguez, instó también ayer a la universidad y al Gobierno regional a asumir «por completo sus responsabilidades», pues ambas instituciones «siguen sin dar explicaciones cuando el escándalo es monumental». Cs sigue insistiendo en la comparecencia del rector ante la Asamblea de Extremadura. «Se ha dado una imagen nefasta de la UEx, quedan muchos flecos por explicar y no puede cerrarse el asunto con repetir las pruebas y haber dimitido el vicerrector y la persona que presidía ese tribunal», añadió.

En esta línea, el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Valentín García, considera que ha habido una explicación «oficiosa» que está en los medios pero, criticó, el rector de la UEx «todavía no ha dado una información veraz y una versión oficial» de lo sucedido. García señaló que le parece «bien» la comparecencia del rector en la Asamblea.