El PP de Extremadura presenta en las próximas semanas un pacto por la transparencia en el uso del dinero público como respuesta a la propuesta del presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, de elaborar un código de buen gobierno y le insta a que "si realmente tiene interés en que haya transparencia y austeridad en el gasto público" lo acepte.Según recoge Europa Press, el portavoz del PP de Extremadura, Luis Alfonso Hernández Carrón, recuerda que al principio de esta legislatura Carlos Floriano le propuso a Vara un "pacto por la transparencia en el uso del dinero público que pretendía más control, más austeridad y más rigor en el uso de los fondos públicos. Por eso el popular reitera que si el presidente de la Junta tiene interés en que haya austeridad y control del gasto, "no tendrá ningún inconveniente en aceptar este pacto".Hernández Carrón también anuncia tras el Comité de Dirección del PP que el grupo popular en la Asamblea ha presentado 22 preguntas para conocer más sobre cuestiones del gasto por parte de los altos cargos. En concreto, señala que se pregunta el número de asesores que tiene el presidente de la Junta, así como sus consejero; cuántas Visas oro existen en el Gobierno regional y con qué criterios se usan; y cuántos directores generales tienen coches públicos para uso particular.Son una serie de iniciativas que el PP realiza "al hilo de lo que ha ocurrido esta semana", con el "revuelo" y la "indignación ciudadana" que se generó en torno a la compra de un coche de lujo, marca Lexus, por parte de la vicepresidenta Segunda de la Junta, María Dolores Aguilar, y la habilitación de un despacho en Plasencia para la consejera de Igualdad y Empleo, Pilar Lucio. Hernández Carrón considera "vergonzoso" y "lamentable" que a pesar de estos asuntos, "ni la vicepresidenta ha dimitido, ni tenemos conciencia de cómo se está gastando por parte de los altos cargos", por lo que lamenta que "en Extremadura, pase lo que pase, nunca pasa nada". Ante esta situación, el portavoz del PP asegura que el PSOE tiene un "doble rasero", ya que por un lado "está utilizando una política de discursos, sobre un plan de austeridad, y se hace una foto con 500 altos cargos para que haya menos gasto público", mientras por otro lado está "la política de hechos, que se basa en coches de lujo, despachos duplicados y presupuestos para la comunidad donde recogen las mismas partidas en gastos para altos cargos", concluye.