Un día antes de la constitución en Plasencia del nuevo gobierno de la socialista Elia Blanco con el apoyo de la candidata de UPEx, Victoria Domínguez, el presidente local del PP, Anselmo Díaz Cabello, rompió su silencio para arremeter contra Domínguez, dado que esta le ha acusado de ser el culpable de no haber llegado a un pacto con el PP.

Sin pelos en la lengua, Cabello afirmó que, desde las elecciones, la candidata de UPEx "ha utilizado el engaño y la simulación, creando la ceremonia de la confusión para convertir la política en un vodevil porque ella es un esperpento político". Lo dijo basándose en que, antes de iniciar la negociación con el PP "ya teníamos pruebas fundadas de que tenía un acuerdo cerrado con el PSOE". Por eso, no dudó en afirmar que todo ha sido "una cortina de humo que ha utilizado para liquidar sus asuntos políticos y personales. ¿Qué le importa Plasencia, si ni siquiera habló de proyectos?".

VETO A TRES EDILES Como prueba, desveló que además de haber pedido su dimisión "también puso veto a los concejales Fernando Pizarro, Miguel García Pintor y Mónica Gundín" y para dejar en evidencia que no quería pactar con el PP, explicó que desde Génova se le ofreció la posibilidad de ser alcaldesa. "Fue un órdago para poner en evidencia que lo iba a rechazar", insistió.

Pese a todo, afirmó que el PP ha hecho todo lo posible por llegar al gobierno, dado además que "los votantes de UPEx son en su mayoría afines al PP" y dijo que no participó en la negociación, como ella le ha criticado, "para no entorpecerla".

Hecho el pacto PSOE-UPEx, Cabello advirtió de que Domínguez va a dar muchos problemas y dijo incluso que "así lo dicen y piensan en privado los propios socialistas". Sobre todo, cree que puede ser "un peligro político" que la revisión del PGOU esté en sus manos y ha avisado de que el PP hará un seguimiento exhaustivo de sus decisiones e irá rápidamente al juzgado "si existe algún interés o favoritismo".