Tras la llegada de los linces al campo extremeño, cambian las señales para alertar de su presencia. La Consejería de Medio Ambiente, en colaboración con la de Fomento, ha empezado a colocar las primeras señales de tráfico en Extremadura en el área de reintroducción del lince, en la zona de Matachel, en Badajoz, para avisar a los conductores de que circulen con precaución en los puntos negros detectados. Así, se pretende evitar accidentes de tráfico que ya ha costado la vida a al menos un ejemplar reintroducido en la región y que pueden tener consecuencias para ambas partes. Para ello, ya se han instalado señales verticales en la carretera Ex-103, que supone limitar la velocidad a 50 kilómetros por hora en el paso del río Matachel y a 70 kilómetros por hora en otras zonas con presencia de este felino.
Además de las señales, han instalado bandas sonoras reductoras de velocidad en varios sitios y luminarias de atención y moderación de la velocidad con la silueta del lince como aviso de precaución en esos tramos, según informó ayer el Gobierno regional. También existe señalización en punto próximos de las carreteras comarcales de poblaciones aledañas, que se han colocado con la colaboración de los ayuntamientos de las zonas afectadas, en concreto, con Campillo de Llerena, Maguilla, Rubiales, Valencia de las Torres, Llera y Hornachos.
En esta línea, el proyecto Life+Iberlince continuará colocando indicadores para avisar de la presencia de este felino en la región, que llegó el pasado verano tras 30 años sin contar con su presencia en la naturaleza. En total, desde que comenzó el programa de reintroducción, se han puesto en libertad en la región ocho linces, dos de los cuales fallecieron en la zona de Valencia de las Torres, uno envenenado y otro atropellado, la principal causa de muerte de este animal en España. Entre otras acciones, en la zona del paso del río Matachel se está trabajando en la instalación de una malla de encauce para potenciar el uso por la fauna silvestre del paso por debajo de la carretera Ex-103.
