Pasar de pagar 1,10 euros por kilo de tabaco a entre 2,22 y 2,60 euros. Ese es el objetivo y el cambio que más preocupa ahora al sector productor de tabaco en Extremadura, que supone más del 90% del total en España, si no se quiere quemar el cultivo. El mantenimiento de la rentabilidad de los productores de tabaco pasa por ese incremento considerable de precios.

Las subvenciones establecidas hasta el año 2013 incrementan su cuantía en 120 millones de euros (850 euros por hectárea).