El Estado y la Junta de Extremadura comprobaron ayer el buen funcionamiento de todos los protocolos previstos ante cualquier tipo de emergencia en esta época del año, en lo que se denomina Plan Verano 2009.

Se trata de una iniciativa gubernamental que se pone en marcha desde el año 2005 para intervenir ante incendios forestales, prevenir la violencia de género y garantizar la seguridad de los ciudadanos que están de vacaciones y de turismo en las dos ciudades Patrimonio de la Humanidad de Extremadura, Cáceres y Mérida, del 1 de junio hasta octubre.

La comisión trabaja también en materia de prevención ante posibles subidas de temperaturas, intoxicaciones alimenticias, abastecimiento de energía eléctrica y la seguridad en los desplazamientos por carretera. Así lo explicó ayer la delegada del Gobierno en Extremadura, Carmen Pereira, acompañada por el director general del Medio Natural, Guillermo Navarro, tras reunirse con los responsables de la Administración central y de la Junta para coordinar los recursos humanos y materiales existentes, con la participación de 11 ministerios y el gobierno autonómico.