El nuevo Estatuto de Autonomía de Extremadura ya está en la Asamblea para su aprobación definitiva en los próximos meses, una vez que haya pasado por las Cortes Generales, y refleja la nueva sociedad extremeña, dejando atrás aspectos como la emigración y la reforma agraria, destacados en el texto aún vigente.

La nueva normativa se basa en una mayor autonomía política y financiera de los ayuntamientos (ahora podrán destinar el dinero que les llegue de la Junta a lo que consideren más oportuno, no como hasta ahora que esas partidas eran fijas para determinados asuntos), establece los criterios de la financiación autonómica (reconocimiento de la deuda histórica, baja densidad de población, superficie regional en relación con la nacional, envejecimiento, menor nivel de renta, población en situación de exclusión o pobreza, el peseo del mundo rural y la distancia y tiempo de los accesos a los servicios públicos); así como la lealtad en materia fiscal y habla de solidaridad en el reparto del agua. Los grupos parlamentarios del PSOE y PP han destacado el consenso entre ambos para llegar a un texto final y el reflejo de la nueva sociedad extremeña que representa.

Los grupos parlamentarios Socialista y Popular, acompañados por el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, se han encargado de la entrega en el Parlamento regional la propuesta de reforma del Estatuto de Autonomía, que nace fruto del consenso.

Según la agencia Efe, el presidente de la Asamblea de Extremadura, Juan Ramón Ferreira, ha recibido el texto en su despacho, después de que esta madrugada se acabará de redactar el preámbulo de la norma, que ha centrado las últimas discusiones.

El nuevo Estatuto de Autonomía comienza ahora su tramitación en el Parlamento extremeño, de donde saldrá aprobado a finales de junio para entrar en septiembre en las Cortes Generales y ver la luz, definitivamente, en este mismo año.