Vía libre a la tramitación de los presupuestos, que superan sin dificultad su primer trámite parlamentario gracias al acuerdo con Podemos. El PP, que en esta ocasión no ha logrado entenderse con la Junta, era el único partido que había presentado una enmienda total para tumbar el borrador del Ejecutivo de Guillermo Fernández Vara y como todo apuntaba se quedó solo en su propósito. El voto en contra de la formación morada y la abstención de Ciudadanos (Cs) en el pleno de ayer facilitó la tramitación de las cuentas, que ahora seguirán negociándose con enmiendas parciales para su aprobación definitiva el próximo 15 y 16 de enero.

Se trata de la primera vez que los socialistas han logrado negociar un presupuesto con Podemos y en el debate de ayer se hizo más que evidente el cambio de alianzas. El líder del PP, José Antonio Monago, protagonizó un intenso cara a cara con la vicepresidenta y consejera de Hacienda, Pilar Blanco-Morales, que defendió que un acuerdo con Podemos no puede ser motivo de censura para el gobierno por parte de quien «pactó con los tres comunistas (en referencia a IU) en la más absoluta opacidad y sin que se sepa el coste para todos los extremeños».

Frente a las acusaciones de la consejera, Monago defendió «el valor de la palabra dada» y justificó su enmienda en que no puede ser cómplice de «la estafa colectiva» que a su juicio es el presupuesto de 2018. Como se recordará, las cuentas ascienden a 5.434 millones de euros, un 5,1% más que las de este año después de que el Ejecutivo elevara en 25 millones el borrador que presentó inicialmente, de 5.408, para recoger las demandas de Podemos.

POPULISMO / Monago aseguró que el presupuesto estaba pactado de antemano con la formación morada, de ahí que las propuestas del PP no sirvieran «ni como punto de partida porque había orden de podemizarse». Así, acusó al Ejecutivo de llamar al PP «solo cuando otros cierran la puerta» y se preguntó cómo es posible que el líder de Podemos, Álvaro Jaén, haya pasado de ser «un absoluto ignorante que no sabía sumar y restar», como decía Blanco-Morales el año pasado, a «sorprender» al gobierno con sus propuestas.

Monago acusó por ello a Fernández Vara de «entregarse al populismo» para captar los votos de la formación y la lamentó que el pacto con Podemos suponga «la vuelta al teatro de la Corrala con el atrezo de unos ingresos inflados y partidas condicionadas a los ingresos del Estado». «Barato, barato, barato les ha salido el pacto», aseguró el líder popular para después recordar que los 7,5 millones extra que se destinarán al Fondo de Garantía Social y los 8,5 del Plan de Empleo Social están condicionados a que la liquidación de 2016 supere los 167 millones y que, en el mejor de los casos, no llegarán hasta julio de 2018. No obstante, después reconoció que «da igual barato o caro, negociar con o sin rigor, poner diez o poner cien porque al final todos los ceros se caen».

En este sentido, criticó los incumplimientos de la Junta con el PP en 2016 y 2017 y afeó al PSOE que venda como nuevos los proyectos que se deberían haber ejecutado en los dos años anteriores. Como ejemplo citó los regadíos o los hospitales de Cáceres y Don Benito y reiteró: «No crece la inversión, sino el engaño al pueblo extremeño».

En este contexto, Monago recordó además que la región es la que menos crece de España, la que tiene una mayor tasa de paro, que sus pueblos «se están desangrando» y que hay 600 autónomos menos que cuando empezó la legislatura. A todo ello sumó las continuas quejas de la Junta al Gobierno de España, a quien según dijo se exige lo que no se ejecuta aquí. También criticó que se haya renunciado a bajar los impuestos a pesar de que Extremadura es la región con menor renta de España y la segunda presión fiscal más alta. En definitiva, unas cuentas «que no se arreglan ni con bótox» y que para el PP vienen a confirmar una legislatura perdida para jóvenes, parados, agricultores e inversiones.

ENMIENDA SIN CIFRAS / En respuesta, Blanco-Morales denunció la «irresponsabilidad» de los populares al pedir la devolución de unas cuentas que crecen un 5,1% y destinan 6,5 de cada 10 euros políticas sociales con una enmienda «patética, sin cifras, sin presupuesto y sin ideas». La consejera, que afeó al PP su «falta de compromiso» para llegar a un acuerdo, acusó a Monago mentir en sus cifras y acusaciones. Así, replicó que a pesar de la «ciénaga» que dejó en las cuentas públicas, se ha logrado cumplir con el Gobierno de España y ejecutar los presupuestos de 2015 y 2016 por encima del 90%, mientras que los de 2017 estaban hasta septiembre comprometidos al 87% y «casi ejecutados» al 75%.

Blanco-Morales destacó además que en lo que va de legislatura el paro se ha reducido en 27.000 personas, que hay 6.600 autónomos más y que el plan actual es el de mayor dotación de toda la historia con 30 millones. «El problema que padece se llama onfaloscopia, mirarse el ombligo con todo el cinsimo de quien no supo enfrentarse a la crisis», le dijo a Monago.

En el turno de los grupos, también el líder de Podemos, Álvaro Jaén, se mostró crítico con el PP. Tildó su enmienda de «vaga y escueta» y aseguró que en realidad Va contra Podemos, pues según dijo a los populares no les gusta que al fin no haya recortes. «Estamos demostrando que el miedo se agota», afirmó. El portavoz criticó además la incongruencia de Monago al querer «soplar y sorber la sopa al mismo tiempo» por pedir que bajen los puestos y que aumente la inversión.

Por su parte, la diputada de Cs, Victoria Domínguez, consideró que tanto la enmienda del PP como el acuerdo PSOE-Podemos obedecen a sendas «estrategias políticas» de cara a las elecciones de 2019. Sí defendió la legitimidad de todos los grupos para pactar, aunque también afeó a la Junta el «teatrillo» cuando ya había escogido a Podemos como socio prioritario.