Extremadura ha tenido la primavera más húmeda de los últimos 38 años con unas precipitaciones medias de 365 litros por metro cuadrado, lo que supone un gran superávit de 215 litros respecto al periodo de referencia, que abarca de 1981 a 2010 y que tiene de media 150.

El delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Marcelino Núñez, presentó ayer el balance de la pasada primavera y la predicción para el verano, en el que se esperan temperaturas inferiores a la de los últimos años, más cercanas a la media del periodo de referencia.

En cuanto a la primavera, esta cantidad de precipitaciones han representado el 243% del periodo de 1981 a 2010, por lo que la ha calificado como muy lluviosa, y ha sobrepasado casi en 100 litros por metro cuadrado el último récord registrado, la primavera de 2013, informa EFE.

Según el delegado de Aemet, el principal «culpable» de este hecho ha sido el mes de marzo, en el que cayeron 223 litros por metro cuadrado cuando su media es de 41, aunque también ha contribuido abril con 100 litros cuando la media es de 59.

Para Núñez, «las gráficas son preciosas porque el agua nos había dado un susto el pasado otoño y ahora nos ha salvado la primavera».

Sobre el balance del año hidrológico, desde octubre a mayo, lo ha calificado como «normal», debido a un invierno muy seco, que ha registrado una media de 584 litros por metro cuadrado cuando la media de referencia en Extremadura era de 486.

La zona más desfavorecida en el balance del año hidrológico ha sido la zona central de la Sierra de San Pedro, aunque las precipitaciones se han repartido homogéneamente.

Respecto a las temperaturas de la pasada primavera, la media de referencia era de 14,6 grados centígrados y este año se han registrado 13,5, una anomalía negativa de -1,1 grados y por la califica como «muy fría».

Esta primavera se sitúa como la quinta más fría del periodo de referencia y la séptima de los últimos 38 años, debido sobre todo al mes de marzo y, en parte, al de mayo.

Para el verano, Núñez adelantó que se espera «romper la tendencia» de los últimos años y no habrá temperaturas tan altas por encima de la media, si no que estén en torno a los valores climatológicos, al igual que las precipitaciones.