La primera nevada del otoño causó estragos ayer en Extremadura, especialmente en el norte y en concreto en Piornal, donde vecinos y vehículos quedaron atrapados por la intensisdad de la nieve caída durante la madrugada. A última hora de la tarde de ayer había sido restablecida la normalidad en los accesos a Piornal, según confirmó el alcalde de la localidad, Ernesto Agudíez.

Esta localidad se convirtió ayer en la protagonista del temporal de nieve y lluvia que vivió toda la comunidad. En torno a las dos de la madrugada del viernes empezó a desplomarse un manto de nieve sobre el municipio jerteño, que creó problemas de movilidad, con vehículos atascados en los accesos a Piornal, especialmente por el de La Vera con personas atrapadas en su interior. En algunas zonas la nevada llegó al medio metro de espesor, algo que no sucedía desde hace varios años. Durante toda la jornada de ayer los dispositivos municipales, junto con los dependientes de la Junta y la Diputación trabajaron intensamente, lo que permitió que durante la tarde de ayer ya estuvieran abiertos los accesos que comunican Piornal con La Vera y el Valle del Jerte.

Afortunadamente, las consecuencias de la nevada solo causaron molestias a los vecinos de Piornal, que no pudieron salir de la localidad durante varias horas. En la tarde de ayer, el teniente de alcalde, Javier Prieto, confirmó que una vez abiertos los accesos a la localidad, excepto el de Garganta la Olla, «estamos tratando de despejar las calles de nieve». Las lluvias que comenzaron a caer por la tarde contribuyeron a derretir la nieve.

Pero Piornal no fue la única localidad extremeña que ayer se cubrió de blanco. La Garganta también vio de cerca la nieve aunque no cayó en el centro del municipio lo que evitó problemas entre sus vecinos, aunque siete carreteras locales del norte de Cáceres tuvieron que ser cortadas al tráfico, entre ellas las del Puerto de Honduras y de Piornal. Tráfico precisó que fueron vías de escasos kilómetros y muy poca afluencia de vehículos en esta época. Pero no solo la nieve alternó la normalidad ayer. La lluvia, presente en prácticamente toda la comunidad, colocó a diez localidades extremeñas -ocho de Cáceres y dos de Badajoz- entre las más lluviosas del país: con valores acumulados que van 38 a 24 litros por metro cuadrado.

Entre estos municipios están Plasencia, que encabeza el ránking con 38 litros por metro cuadrado. En esta ciudad, las precipitaciones provocaron incidencias sin importancia, como la inundación del archivo histórico municipal, ubicado en el centro cultural de Las Claras, donde entró agua, pero no llegó a tocar ningún ejemplar, algunos hasta del siglo XII. Más afectada fue la ciudad deportiva, con todas las pistas impracticables así como el campo de fútbol de tierra del parque de La Coronación. Tras Plasencia, las localidades más lluviosas del país ayer fueron Valverde del Fresno, Hoyos, Coria, Badajoz, Brozas, Cáceres, Nuñomoral y Alisea. En Moraleja el mal tiempo obligó al público tres parques municipales «por razones de seguridad». La normalidad llegará a la región hoy, cuando queda desactivada la alerta amarilla.