Unos 11.000 niños y adolescentes de la región sufren enuresis o pérdida involuntaria de orina durante el sueño, lo que supone que este trastorno afecta a uno de cada diez extremeños de entre 5 y 16 años. Es uno de los datos contenidos en el libro blanco La Enuresis Monosintomática Primaria en España , un trabajo en el que también se recoge que el 77% de los pediatras extremeños considera que la mayoría de los padres no suele acudir al médico por este problema, lo que dificulta su diagnóstico y tratamiento.

Este Libro blanco es una iniciativa de la Asociación Española contra la Enuresis, la Sociedad de Endocrinología Pediátrica (Seep), la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (Sepeap), el Grupo de Uropediatría de la Asociación Española de Urología y la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (Aepap), y ha contado con la colaboración de la compañía Ferring. Según se explica en un comunicado remitido por estos colectivos, "se trata de la primera iniciativa que se ha realizado en este sentido en nuestro país y probablemente en Europa".

Otra de las conclusiones de esta monografía es que siete de cada diez niños que sufre este trastorno no está diagnosticado. A la hora de determinar las causas de este bajo índice de diagnosis, se incide en la falta de información que tienen los padres, un factor que es subrayado por el 87% de los pediatras extremeños encuestados. "Junto a ello, existen otros factores como la vergüenza de decir que tu hijo moja la cama, que algunos no le dan importancia al problema y también destaca el sentimiento de culpa ya que, en la mayoría de las ocasiones, alguno de los padres ha sufrido enuresis", señala Santiago Sanjuán, cirujano pediátrico del Hospital Materno Infantil de Badajoz. Es cierto que la enuresis es de carácter genético en un alto porcentaje de los casos, pero en otros es el retraso madurativo en el control miccional y el déficit nocturno de una hormona, la antidiurética, la que está detrás de esta afección.

A juicio del doctor Sanjuán, el otro factor que influye en la falta de diagnostico de este trastorno "que el pediatra, al ver aparentemente un niño sano, no pregunta rutinariamente por el tema de la enuresis. Estos dos factores están provocando una deficiencia en la detección de este trastorno".

El Libro blanco de la enuresis también pone de manifiesto que este problema acaba repercutiendo en la vida de los niños. Así, el 68% de los pediatras opina que genera fracaso escolar, el 91% que afecta a su socialización y, el mismo portecentaje, a su vida familiar. "Provoca importantes problemas en las relaciones sociales del niño, que no puede acudir a los campamentos o a casa de un compañero a dormir. Además afecta al rendimiento escolar", asegura Sanjuán.

En opinión de los especialistas, se trata de problemas que se podrían evitar y controlar. En este sentido, este cirujano del materno infantil de Badajoz destaca que lo fundamental es, por un lado, desdramatizar este trastorno, de manera que los padres acepten la situación y consulten al médico siempre "que el niño, ya con cinco años, realice micciones involuntarias, ya sea durante la noche o la siesta, al menos cuatro veces al mes".

Por otro lado, Sanjuan considera que los especialistas "debemos ser más incisivos en el momento de realizar la historia del niño y preguntar a los padres si padece este problema. Una herramienta muy útil sería la inclusión de una pregunta sobre si el niño sufre enuresis en los programas de salud del niño". De hecho, la totalidad de los pediatras extremeños consultados considera factible diagnosticar en la consulta de Atención Primaria la enuresis nocturna.