Entusiasmo y gran presencia de público han protagonizado el inicio de los actos oficiales de la Semana Santa en Mérida, que se abrió ayer con la procesión de las Palmas, que estuvo presidida por el arzobispo emérito de Mérida-Badajoz, Antonio Montero, y contó con la presencia de autoridades municipales, civiles y militares.

Sin embargo, fue por la tarde cuando las procesiones de la Burrita --cuyo paso estaba presidido por un crespón negro en memoria del capataz Gerardo Durán-- y de Nuestra Señora de las Lágrimas las que congregaron a miles de ciudadanos en las calles. La Cofradía Infantil, la banda de la OJE y la Centuria Romana dieron mayor esplendor al paso de la Entrada de Jesús en Jerusalén que, como curiosidad, contaba con el concejal Fernando Molina entre uno de los costaleros.

También emocionante resultó el paso de Nuestra Señora de las Lágrimas durante las seis horas de recorrido desde la parroquia de San Juan Bautista.

El programa de actos continúa hoy con tres pasos: Nuestro Padre Jesús de Medinaceli --acompañado por una capilla musical--, Cristo de las Injurias y Nuestra Señora del Rosario.