Las lluvias del mes de agosto y el granizo caídos en alguna comarca no van a impedir que la cosecha de tomate sea nuevamente récord histórico en Extremadura. No obstante, parece seguro que la producción quedará ligeramente por debajo de la cantidad inicialmente contratada. Según los datos que maneja la patronal conservera Agrucon, las 15 industrias transformadoras de la región esperan elaborar en torno a 1.720 millones de kilos esta campaña, casi un 10% menos de los 1.850 millones de kilos previstos inicialmente.

Según fuentes del sector, a 15 de septiembre se habían transformado 1.565 millones de kilos en Extremadura. En torno al 90% del tomate de la región ya está recogido y a partir de mañana comienzan ya a cesar en su producción las industrias transformadoras. No obstante, las previsiones de los productores son algo más pesimistas y apuntan a una cosecha algo más corta por efecto de las lluvias.

El agua tiene un efecto inmediato en las parcelas y reduce rápidamente su rendimiento, que puede pasar de en torno a 70.000 kilos por hectárea a prácticamente la mitad. La producción de la pasada campaña en Extremadura rondó los 1.500 millones de kilos. En apenas una década la región ha duplicado su cosecha de tomate.

La previsiones del sector apuntan a que en el conjunto de España se transformarán esta campaña casi 2.200 millones de kilos, lo que siginifica que Extremadura aportaría el 78% de la cosecha nacional. Desde Agrucon se apunta a que se trata de otro "récord histórico" pese a que la cantidad es inferior a la prevista. "La calidad es buena, pero la recogida ha sido complicada", explica Agrucon como primera valoración.

España tiene un cupo máximo de tomate de con derecho a ayuda de 1.250 millones de kilos, es decir, la mitad de lo que va producir este año. Este rebasamiento acarrea importantes sanciones para los agricultores, que pueden llegar a perder incluso la totalidad de la ayuda que reciben de la Comisión Europea.