La campaña de recolección del tomate, que comenzó ayer en Extremadura, será este año normal en cuanto a la producción, aunque inferior a la anterior "que fue excepcional", según los primeros datos recogidos por la organización agraria UPA-UCE y facilitados a la agencia Efe.

Esta organización estima una bajada de entre el 10 y el 12 por ciento respecto a 2009, por lo que la producción final podría estar entre 68 y 70 toneladas por hectárea.

Esta bajada se ha producido principalmente por el retraso en la plantación, provocado por las altas temperaturas de finales de junio y las lluvias de principios de julio, según UPA.

En cuanto a la contratación, también se ha producido una reducción de la superficie de en torno al 8 por ciento, pasando de las 26.267 hectáreas de 2009 a las 24.650 hectáreas de este año.

En cuanto a los precios contratados para esta campaña, se han reducido de manera considerable respecto al año pasado, en una horquilla de entre 8 y 10 euros menos por tonelada, lo que sitúa los precios en esta campaña entre 63 y 65 euros por tonelada.

Para UPA, esto supondrá una bajada de renta importante para los agricultores del sector, que continúan con los mismos costes de producción que la campaña anterior y, sin embargo, tienen una reducción en sus ingresos que puede estar en el entorno de los 9 millones de euros para el conjunto del sector en Extremadura.

UPA-UCE hace un llamamiento al sector industrial para que se adapte a la nueva situación que se generará en la próxima campaña, donde la ayuda estará totalmente desacoplada, y en la que, al igual que ha ocurrido en otros sectores como el tabaco, los precios comerciales tendrán que garantizar la rentabilidad del cultivo y, por tanto, su supervivencia.