La propuesta para la reforma de la Organización Común de Mercado (OCM) del vino aprobada ayer por la Comisión Europea (CE) se ha encontrado con la oposición de la Junta de Extremadura y el "absoluto rechazo" de las organizaciones agrarias extremeñas, que califican de "radical", "salvaje" y "muy negativa" la reestructuración planteada desde Bruselas.

La Comisión presentó ayer el proyecto con las alternativas para la reforma, entre las que destaca el arranque de 400.000 hectáreas de viñedo en cinco años, lo que representaría el 11,7% de la superficie dedicada al cultivo en la UE, que ronda los 3,4 millones de hectáreas. Esta idea es una de las opciones preferidas por Bruselas, que se inclina por una reforma profunda de la OCM para reestructurar el sector y acabar con los excedentes. Para ello se prevé un presupuesto de hasta 2.400 millones de euros, para potenciar la reconversión y que dejen de producir los viticultores menos competitivos.

Además, Bruselas pretende acabar con los actuales apoyos comunitarios (destilación de crisis, destilación para uso de boca, como brandy, al almacenamiento privado y a la obtención de mosto) y, en su lugar, propone otorgar a cada país un presupuesto nacional y que los Gobiernos decidan cómo gastarlo.

REACCIONES El secretario general de UPA-UCE Extremadura, Ignacio Huertas, manifestó ayer que esta reforma afectará a la región especialmente por las características de sus viñedos. "El 80% de nuestra producción es vino de mesa, que es el que se la juega en esta reestructuración". Huertas señaló que se trata de "una reforma absolutamente negativa y salvaje" y que emplea una serie de medidas como el arranque de viñedos, "que ya se hizo en el pasado y que no dio resultados".

Lo que ocurrirá, manifestó, "es que nos encontraremos con un mercado muy liberalizado y sin medidas que regulen los precios y los que van a perder con todo esto no son los grandes vinos, sino los pequeños, los de mesa".

Por su parte, el coordinador regional de Coag Extremadura, Juan Moreno, mostró su rechazo a la reforma, ya que considera que supondrá la liberalización total del sector sin contemplar mecanismos que mejoren la renta de los productores. Para Moreno, la reestructuración que pretende Bruselas debería corregir los problemas ya detectados .

En cuanto a la Administración regional, el consejero de Agricultura y Medio Ambiente, José Luis Quintana, asistió ayer en Madrid a la presentación de la propuesta al sector español del vino. Tras conocer los contenidos de la reforma, la Junta mostró su oposición argumentando que "no va en sintonía con el esfuerzo que ha hecho el sector en la región" y que se ha traducido en la reestructuración de más de 18.000 hectáreas de viñedo a variedades más competitivas, para lo que han recibido ayudas en los últimos cinco años por más de 116 millones de euros.

Por contra, la propuesta europea incluye aspectos positivos, según la Junta, entre los que destaca que se concede mayor libertad al etiquetado y a las prácticas enológicas, lo que hará "que los caldos extremeños sean más competitivos frente a otros llegados de terceros países".

Ahora, los estados miembros tendrán que debatir la propuesta y ofrecer sus propias conclusiones, de tal manera que la primera propuesta legislativa se presentará a finales de año.