El secretario regional de UPA-UCE, Ignacio Huertas, cree que la ley contra el tabaquismo implica la "persecución" del sector y pide que, "mientras se siga fumando, la producción se pueda seguir haciendo en Europa y en Extremadura", ya que "genera empleo y riqueza".

Según el dirigente agrario, la ley antitabaco causa preocupación en el sector, ya que "es excesivamente prohibicionista y coarta la libertad individual de los ciudadanos desde la óptica de la represión".

También los productores de tabaco consideran que la nueva norma "tiene que afectar a largo plazo" a los agricultores, porque "la gente irá dejando de fumar" al ser "prácticamente imposible hacerlo en sitios públicos".

El cultivador extremeño de tabaco Jesús Reyes Muñoz, que tiene su explotación en las inmediaciones de Talayuela, cree que los agricultores "no notarán mucho" la aplicación de esta ley el primer año, "porque todavía habrá mucha gente que seguirá fumando", pero que les "tendrá que repercutir, sin lugar a dudas", porque "es un producto que se va a dejar de consumir".