El grupo Triple Five ha puesto sus ojos en Cádiz y la Costa del Sol para su proyecto de Eurovegas. Así lo indica el portavoz del grupo empresarial norteamericano para Europa, Paul Watson, en el diario Cinco Días, quien indica, en consecuencia, que la opción de Extremadura «queda descartada al no reunir condiciones adecuadas de comunicación». La primera intención de este grupo era desarrollar esa aventura en la localidad de Castilblanco, en la comarca de La Siberia, pero el grupo lo ha descartado para abordar una inversión que podría alcanzar los 3.400 millones de euros. «El negocio tiene que ser rentable, algo que no es posible en Castilblanco. No era el lugar adecuado», ha declarado Watson, quien señala que la Junta de Extremadura ya ha sido informada. Sin embargo, desde el Gobierno regional se negó ayer tal comunicación al respecto.

Castilblanco aporta un destino de naturaleza junto al embalse de García Sola, que tiene una lámina de agua aprovechable para el futuro parte de ocio. Pero según Cinco Días, Triple Five ha valorado las dificultades de la localización: sin aeropuerto internacional cercano, sin red ferroviaria de calidad y una carretera, la N-502, que no está desdoblada. Demasiados costes para llegar a la rentabilidad, ya que la mayoría de los potenciales clientes deben llegar de otros países.

La empresa ya tenía localizados los terrenos en Extremadura. También contaba con el beneplácito del PSOE y el PP, mayoritarios en la Asamblea. Además, la Junta de Extremadura puso en marcha una ley autonómica, conocida como Legio, que prevé un tipo tributario reducido y descuento del 80% en las tasas de juego para complejos que, entre otros requerimientos, lleven aparejada una inversión superior a los 1.000 millones de euros.

Ahora, estas declaraciones Paul Watson arrojan un montón de dudas sobre su futuro o viabilidad del proyecto, sin que por ahora exista confirmación oficial.