La ausencia de apoyo municipal para celebrar cualquier acto carnavalero no ha sentado bien a los niños placentinos y, como prueba de su protesta, unos 120 alumnos del colegio de educación primaria Ramón y Cajal se presentaron ayer en la plaza Mayor vestidos de indios y acompañados de sus profesoras en defensa de la fiesta.

Al ritmo de silbatos, los niños de 3 a 6 años, cantaron diversas canciones y terminaron con el grito unánime de "esto es Carnaval". Padres y profesores también quisieron estar presentes y justificaron el acto con un lógico "porque es Carnaval".

Por otro lado, algunos jóvenes tampoco se resisten a dejar morir la fiesta, por lo que los locales de copas La Botica de Micot y El pecado del diablo han decidido premiar a los jóvenes que acudan mañana con algún disfraz. Además, el hogar de mayores de la avenida de la Vera celebrará la fiesta a partir del lunes con baile y una excursión a Navalmoral.