Hoy tiene lugar la segunda gran subasta del año para asignar retribución a nuevas instalaciones de energía renovable, en la que se repartirán, como la vez anterior, 3.000 megavatios (MW) de potencia, a los que pueden optar proyectos eólicos y fotovoltaicos. Estos últimos esperan tener en esta tercera subasta su gran oportunidad ahora que los excedentes de eólica son menores.

La fotovoltaica sólo obtuvo un megavatio en la subasta del pasado mes de mayo y no podía concurrir a la de enero de 2016.

En la puja celebrada en mayo la tecnología eólica consiguió asignarse 2.979 MW de los 3.000 MW que salían a subasta, frente al único que fue a parar a la fotovoltaica y los 20 MW que fueron a parar a otras tecnologías.

No obstante, la subasta de mañana mantiene los criterios para la asignación que rigieron en la anterior y que son duramente contestados por los promotores fotovoltaicos, como el mayor número de horas de producción y el mayor tamaño de las instalaciones en caso de que haya un empate en el descuento ofrecido, lo que acaba favoreciendo a los proyectos eólicos.

El Gobierno central convocó esta nueva subasta por la gran oferta que quedó sin cubrir en la puja previa, en la que se presentaron ofertas por 9.000 MW.

El real decreto por el que se ha convocado la subasta del día de hoy contempla la posibilidad de incrementar el cupo de potencia por encima de los 3.000 MW para permitir la inclusión de todas aquellas ofertas que tengan el mismo sobrecoste que la última adjudicada, siempre que el sobrecoste para el sistema sea nulo e inferior al valor que está establecido en una cláusula que es confidencial.

El gran vencedor en las dos subastas que ha habido hasta la fecha ha sido la empresa aragonesa Forestalia, que en la última consiguió 1.200 MW y en la anterior más de la mitad de los 500 MW que se adjudicaban a proyectos eólicos.

Con la subasta de hoy, el Ministerio de Energía estima que el porcentaje de energías renovables en España se elevará al 19,5%, cerca del 20% marcado como objetivo para 2020, fecha antes de la cual deberán estar en funcionamiento los proyectos adjudicatarios de potencia.

FOTOVOLTAICAS EXTREMEÑAS/ La energía fotovoltaica es la principal baza de Extremadura en su apuesta por las renovables, por lo que el resultado de la última subasta supuso un jarro de agua fría para los numerosos proyectos que se quieren instalar en la región -que podrían producir hasta más de 2.000 MW-.

«Empiezo a estar un poco cansado de que se nos exija a todos lo mismo y, cuando llega el momento de repartir las oportunidades, el Gobierno no las reparta de la misma manera», expresó el presidente de la Junta Guillermo Fernández Vara en ese momento, en referencia al perjuicio que sufría la región al no poder dar luz verde a los proyectos de energía solar.

El Ejecutivo regional se comprometió entonces a «exigir y obligar» que las fotovoltaicas tuvieran más peso en la siguiente subasta. Hoy se desvelará si ese compromiso se hace realidad.