Son mujeres de entre 25 y 50 años. Trabajadoras, amas de casas y madres que quieren practicar el papel de superwoman. Aspiran a ser perfectas en todos los ámbitos (así se lo exige, de hecho, la sociedad) y necesitan un aliciente extra para hacerse cargo de todas las tareas y soportar numerosas situaciones de estrés. «Estas mujeres acuden a sus médicos de cabecera, que les recetan una pastilla, que en un control normal no tiene por qué causar adicción, pero cuando este consumo se vuelve abusivo y se convierte en algo cotidiano, comienza el problema, que en un principio pasa desapercibido», explica Pilar Morcillo, secretaria técnica de Drogodependencias del Servicio Extremeño de Salud. Su departamento está trabajando de la mano con el IMEx con la puesta en marcha de diferentes proyectos pilotos -en varios centros de salud- que hacen frente a las nuevas adicciones que afectan directamente a la mujer en nuestra sociedad actual.

En concreto, existe una terapia para personas que padecen depresión, ansiedad o estrés, y que son consumidoras de psicofármacos. «En su mayoría se trata de mujeres pertenecientes a distintos colectivos», indica Pilar Morcillo.

Este fue otro de los temas abordados ayer en las II Jornadas de Género y Drogas celebradas en la Asamblea de Extremadura. En las mismas también se puso el foco en el aumento de alcohol y tabaco por parte de los jóvenes, y muy especialmente en las chicas. «Siempre se alerta de las denominadas drogas duras, como el cannabis, la cocaína o las drogas sintéticas, mientras que el alcohol y el tabaco están creando nuevos drogodependientes, sobre todo entre la gente más joven», quiso destacar la presidenta de la Asamblea, Blanca Martín. REDACCIÓN